Crema Budwig (desayuno dulce)

Hola amigos!

Sigo en la línea de recetas especialmente apropiadas para la vuelta a la rutina: no hace falta hacer detox, pero sí centrarnos en dar a nuestro cuerpo cosas nutritivas y ricas, intentando apartar un poco esos platos más vacíos nutricionalmente y los ultraprocesados…

Dicho lo cual me detengo un poco en el origen de la receta de hoy, que tiene su aquel!

Antes de vacaciones tuve un desayuno en un sitio chulísimo y, en mi afán de innovar, pedí algo llamado crema budwig. Sólo pude leer que tenía plátano y trigo sarraceno, de modo que dije «adelante, seguro que me gusta!».

Y así fue. Más tarde me entró la curiosidad por el origen del nombre y descubrí que tiene muchísima historia y de origen nada menos que científico! Budwig es el apellido de una científica alemana (candidata al premio Nobel 7 veces) que en los años 30 investigó sobre el papel de los distintos tipo de grasas en el desarrollo del cáncer. Fue, de hecho, la primera persona en relacionar las grasas hidrogenadas y desnaturalizadas con problemas de salud! La historia es muy larga, pero sus conclusiones fueron trasladadas al mundo culinario por otra doctora (Kousmine) creando un pudding dulce cuya combinación de ingredientes tiene a priori poderes protectores contra el cáncer. Se considera que gracias a esta receta se trató a miles de personas de cáncer con un porcentaje de éxito del 90% .

Evidentemente el cáncer es una enfermedad cuyo factor causante no es único ni mucho menos, depende de multitud de hábitos, predisposición genética y «mala suerte», pero en vista de lo saludable de los ingredientes de esta crema y lo rica que está, por qué no incluirla en nuestra dieta???

Ingredientes (por ración):

  • 4 cucharadas de requesón (queso cottage) – sustituible por yogur, aunque no obtendríamos los efectos pretendidos en la receta original
  • 1 cucharada sopera de aceite de lino – sustituible por semillas de lino recién molidas/ trituradas, aunque no obtendríamos los efectos pretendidos en la receta original
  • 2-3 nueces (u otro fruto seco crudo)
  • 1/4 de manzana u otra fruta
  • 1 cucharada sopera de algún cereal que se pueda consumir directamente sin cocinar (avena, trigo sarraceno…)
  • zumo de 1/4 de limón
  • 1 cucharada de semillas variadas (calabaza, pipas, sésamo, cáñamo…)
  • 1 cucharadita de miel o 1/2 plátano machacado (opcional para endulzar, para mi gusto claramente lo necesita!)

Preparación:

La clave de la receta (en cuanto a efectos protectores) es batir el requesón con aceite de lino enérgicamente (con unas varillas o con batidora) de forma que quede una emulsión perfecta, en la que no se aprecie el aceite por separado.

Troceamos la fruta y frutos secos y machacamos el plátano si lo incluimos.

Mezclamos todo lo anterior junto con los restantes ingredientes del listado y removemos bien.

Listo!!! Está buenísimo!!!!

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