
Buenos días lectores!
Como prometí, me he propuesto seguir probando nuevas recetas típicas de la gastronomía mexicana. Hace poco publiqué en un post mi recopilación de recetas de este país, bastante extensa de por sí, pero es que cuando te pones a indagar (y sobre todo cuando viajas allí) se te abre todo un mundo de ingredientes y combinaciones súper apetecibles!
El título de la receta de hoy puede sonaros muy raro si no lo conocéis. Tranquilos, variAnity está aquí para sacaros de dudas 😉 .
El huitlacoche es un hongo que crece entre los granos del maíz. En México, de donde es originario, se considera un manjar, y es curioso porque en otros países productores de maíz se considera una plaga! Y la verdad es que es comprensible, mirad qué aspecto mas feo tiene el pobre!

Sin embargo, el sabor es buenísimo. Pensemos en él como el caso del roquefort: es un hongo que fuera del queso lo consideraríamos un horror, pero que al comerlo está delicioso, o no???
En cualquier caso, mi propuesta de hoy es fruto de la inspiración de un restaurante que estuve en Tulum. He partido de mi receta básica de risotto funghi y he añadido una lata de huitlacoche (que podéis encontrar en tiendas latinas o mexicanas como las que os indico en este link, y quizá en hipermercados).
Os dejo una foto de la lata que yo he utilizado:


Estoy deseando probar otras recetas con huitlacoche, como unas quesadillas…
Ingredientes (para 3 raciones generosas):
- 250 gr de arroz redondo (lo mejor, por su alto contenido en almidón que da la textura característica al risotto, sería utilizar las variedades arborio o carnaroli, aunque un arroz normal blanco o integral funcionan perfectamente)
- 200 gr de huitlacoche en lata
- Si en la lata de huitlacoche no viene maíz: 100 gr de maíz dulce (de lata)
- 200 gr de champiñones
- media cebolla mediana
- 3 dientes de ajo
- 1 vaso grande de vino (unos 200 ml)
- 1 cucharaadita de sal o 1 pastilla de caldo de calidad (sin glutamato ni grasa de palma – en herbolarios o de avecrem «natural»)
- agua (luego veremos cantidad)
- 6 cucharadas de queso parmesano o grana padano rallado
- Aceite de oliva
Preparación:
Comenzamos poniendo a calentar en una cazuela grandecita un chorro de aceite a fuego medio. Picamos los ajos (mejor con prensaajos) y la cebolla finita y los incorporamos a la cazuela. Los dejamos pochar 5 minutos tapados.

Lavamos bien los champiñones y los troceamos pequeños. Los añadimos a la cazuela y dejamos dorar 5 minutos.

Agregamos el vino y la pastilla y subimos a fuego fuerte, dejándolo 3 minutos hirviendo a borbotones para que se evapore el alcohol.

Agregamos el arroz y dejamos que se dore un poco.
Pasados 2 minutos agregamos un chorro grande de agua.

Hasta aquí podríais dejarlo hecho de antemano, si quisierais adelantar tiempo por algún motivo.
Una vez vayamos a comer, calentamos abundante agua en un hervidor (kettle) o cazo, pues es imprescindible agregarla bien caliente.
Incorporamos a la cazuela del guiso inicial el huitlacoche y el maíz (en su caso) y encendemos a fuego medio-suave.

Cuando esté caliente, empezamos a agregar agua caliente (un cazo grande primero) y dejamos que vaya absorbiendo removiendo y agregando más hasta que los granos estén bien cocinados (tiempo a ojo, pero aprox 15-20 min).

Por último, ponemos el queso rallado, removemos y apartamos del fuego, dejando reposar 5 minutillos tapado hasta comerlo.
A disfrutar!!!
➡ Hacedlo en el momento de comer, o respetad lo que os comento sobre lo que podéis hacer de antemano.
➡ Si os sobra, al día siguiente la textura no tendrá nada que ver, ya que se quedará «apelotonado», pero se sigue pudiendo comer (reconozco que me llevé las pocas sobras que quedaron a la oficina 🙂 ).
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