Buenos días!!!
Ésta es sin duda una de mis recetas estrella, con la que más veces he triunfado al servirla en cenas con amigos o familia.
Fue una hermana de mi madre la que me la explicó hace unos años, es una de estas personas a las que le gusta mucho cocinar pero sin meterse en demasiadas complicaciones, y gracias a ello siempre tiene en la recámara una serie de platos de lo más interesantes que de vez en cuando, cuando la veo, le pregunto por alguno de ellos…
La receta no es la del solomillo wellington, que está compuesto por una pieza de solomillo de buey o de ternera, foie gras, salsa de champiñones y cebolla, hojaldre y jamón. La que hoy os propongo tiene en común el solomillo y el hojaldre, pero no lleva salsa ni otros de los ingredientes. En un futuro publicaré la del wellington porque es también fantástica, aunque sin duda más laboriosa.
La he preparado para diferentes personas y de un año para otro me la han recordado pidiéndome que «repita otra vez el solomillo wellington!!», aunque no lo sea jeje. Sin más dilación, os cuento el secreto de este solomillo.
Ingredientes (para 3-4 personas)
- 1 solomillo de cerdo (es una pieza alargada)
- 1 placa de hojaldre (congelado o refrigerado)
- 1 paquete de bacon ahumado en lonchas (de pavo o si no normal de cerdo)
- 1 paquete de queso en lonchas (valen tranchetes o queso normal de sándwich, bola, edam…)
- Huevo batido (para pintar el hojaldre al final)
- Sal
- Pimienta