Buenos días a todos!!!
Hoy os traigo una nueva receta de guarnición.
Como os he comentado en otras ocasiones, en Luxemburgo le dan mucha importancia a las guarniciones. Al principio me llamaba la atención que cuando comes en un restaurante, pidas prácticamente lo que pidas, te suelen traer recipientes aparte con ensalada (bien) aliñada, patatas (bien) fritas/asadas o verduras cocinadas al dente y salteadas ligeramente con mantequilla y pimienta.
Hace un par de semanas estuvimos en Milán y tuve la oportunidad de probar una nueva para mi repertorio… Es súper famosa en Italia pero para mí era totalmente nueva! 🙂 Por si, como yo, no la conocéis, os cuento…
La polenta es una guarnición parecida a la sémola de cuscús; no obstante, no está hecha de trigo sino de maíz. La preparan de muchas formas, pero la más común es con queso parmesano.
También es frecuente encontrarla en forma de barritas fritas/horneadas, ya que la polenga al dejar la enfriar solidifica y da mucho juego para otro tipo de elaboraciones.
Sirve para acompañar cualquier cosa, al igual que un arroz blanco o unas patatas.
Está buenísima, no dejéis de probarla!!!
Ingredientes (para 4 raciones):
- 125 g de polenta instantánea (fijaos bien cuando la compreis, porque si no tarda mucho!)
- agua (un poco más cantidad que la que indique el envase de polenta para esa proporción) – o mitad agua mitad leche
- 5 ramitas de cebollino fresco
- 1 cucharada (sopera) de mantequilla
- pimienta negra molida
- sal
- queso parmesano/grana padano rallado (en abundancia, al gusto)
Preparación:
Ponemos a hervir la cantidad de agua que indique el envase de polenta para esa cantidad de cereal. Como os decía en los ingredientes, podéis poner mitad agua mitad leche.
Echamos la polenta en la cazuela hirviendo espolvoreándola un poco con las manos (muchas veces trae grumos).
Removemos muy bien, añadimos la mantequilla y seguimos removiendo durante 4 minutillos a fuego medio (no abandonéis la polenta si no queréis fabricar cemento en casa…).
Lavamos y picamos el cebollino muy pequeñito con unas tijeras.
En el último momento, añadimos el cebollino picado y un poco de pimienta negra, sal y queso. Mezclamos y servimos de inmediato!
DE-LI-CIO-SO!
➡ Ojo, al enfriarse solidifica. No le pasa nada al sabor, pero la textura deja de ser suelta y cremosa, por lo que recomiendo comerla recién hecha.