Hola amigos!
Aquí me tenéis una semana más compartiendo mis ideas tras un fin de semana ESPECTACULAR en París! He cogido varias ideas de restaurantes por allí que estoy deseando probar en casa!!!
Pero antes, vamos a lo que vamos 😊.
El risotto es una de las formas que más me gusta preparar y comer el arroz. En casa somos súper arroceros, y nos gustan todos y en todas sus preparaciones, pero he de admitir que cuando “toca” risotto la ilusión es especial!
El risotto que hoy os propongo tiene 2 ingredientes que hoy en día podemos encontrar en todo supermercado pero que aun así nos siguen pareciendo sofisticados: tomates secos y ajo negro. Por ello, es una buena idea de plato para servir e impresionar a invitados, o para darse un homenaje saludable uno mismo!
Sobre el ajo negro os he hablado en otras ocasiones. No se trata de una variedad de ajo, sino que es el ajo habitual que se deja fermentar durante varios días y a cierta temperatura controlada, obteniendo un producto radicalmente distinto: de sabor muchísimo más suave, textura como mantequilla y uso diferente al del ajo normal.
Sobre los risottos y su conveniencia para los “negados del arroz” también os he hablado varias veces. Es una técnica que impresiona, pero la realidad es que no puede ser más fácil. Es especialmente recomendable para los que no nos gusta andar midiendo cantidades de ingredientes, agua etc, ya que vamos agregando lo que el arroz claramente “nos pide”.
➡ Si os parece que se os queda corto de proteína, podéis acompañarlo o añadir unas tiras de pollo a la plancha por ejemplo, aunque en mi caso lo tomamos como plato único ya que en general vamos sobrados de proteína 😉 .
Vamos allá!!!
Ingredientes (para 4-6 raciones):
- 300 gr de arroz especial risottos (arborio, carnaroli o a una mala arroz blanco redondo de toda la vida)
- 150-200 gr de tomates secos en aceite (pesados escurridos; si son de los secos debemos emplear la mitad del peso)
- 1 cabeza de ajo negro (unos 8 dientes, actualmente lo venden a buen precio en supermercados como mercadona o lidl)
- 1 cebolla pequeña
- 2 pastillas de caldo o 3 cucharaditas de sal
- aceite de oliva
- agua (luego veremos cantidad)
- 1 buen chorro de vino blanco
- pimienta
- queso parmesano o grana padano para servir
Preparación:
Comenzamos picando la cebolla en cuadraditos muy pequeños. Calentamos un chorro de aceite en una cazuela amplia (cuanto más baja, mejor) a fuego medio y la ponemos a pochar durante 7 minutos, removiendo de vez en cuando.
Escurrimos los tomates y los cortamos en trozos de unos 2 dedos (no demasiado pequenos, para que se noten!). Los incorporamos a la cazuela anterior, agregando un poco de su aceite si la cazuela estaba algo seca. Si empleamos tomates secos, los deberemos rehidratar con agua caliente el tiempo que indique el envase.
Incorporamos el arroz, la pastilla de caldo o sal y la pimienta.
Removemos bien para que se empape el arroz y se nacare. Si lo veis muy seco, poned un chorro más de aceite y removed. Lo dejamos así 4 minutillos.
Agregamos un chorro de vino y ponemos a fuego fuerte 1 minuto para que se evapore el alcohol.
Vamos calentando agua o caldo en un cazo o hervidor. Este paso es súper importante, ya que es esencial que el líquido que incorporemos esté caliente para que el arroz suelte su almidón y la textura del risotto quede como buscamos 🙂 .
Vamos echando líquido poco a poco y removemos. Buscamos que el arroz absorba líquido poco a poco y suelte su almidón, y pararemos cuando el arroz esté blandito y no admita más líquido.
➡ Si queréis dejar el risotto hecho de antemano, SORPRESA! Se puede!!! Sólo debéis parar de agregar agua cuando aún el arroz esté duro y cuando vayáis a comerlo continuáis como si hubiéseis empezado en ese momento. Es un truco que me enseñaron en un catering y no me canso de hacerlo, incluso cuando invito a gente a paellas en casa para no tener que pasar tiempo en la cocina, de verdad es acierto 100%!
Y cuando incorporamos el ajo negro??? Jejeje. Es un ingrediente que debemos “tratar con respeto”, ya que es tan delicado en su manipulación (super blandito!) que si lo agregamos pronto se disolverá en el arroz y no lo apreciaremos. Por ello, os recomiendo cortarlo en 3 trocitos cada diente de ajo e incorporarlo al arroz unos minutos antes de que esté en su punto.
Rectificamos de sal y servimos espolvoreando con parmesano.
Comemos en ese momento!!!
Me parece una idea excelente!
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Buenísimo!!
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Gracias!!!!
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What ?
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What?
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