Muy buenos días!
Me hace mucha ilusión compartir este post con vosotr@s, ya que es información recién aprendida para mí. Hasta hace poco, cuando cocinaba gran cantidad de tomate frito para el invierno, lo congelaba y listo, pero es cierto que muchas veces me daba rabia tener que haberme acordado/previsto descongelarlo para utilizarlo, y ademas me ocupaba mucho espacio en el congelador…
Total, que me puse a investigar en internet y me encontré con una enorme cantidad de métodos y trucos contradictorios entre sí… Total, que vengo a traeros un método sencillo y seguro para hacer vuestras conservas en casa.
IMPORTANTE: antes de empezar, una precision. Este método sirve para salsa de tomate y para mermeladas tradicionales (de las que llevan azúcar y limón – NO es el caso de las que publico en este blog). No puedo por tanto asegurar su seguridad (que no os cojáis una intoxicación) con otras preparaciones vegetales, carnes guisadas o con pescados tipo atún, ya que el método de conservación a seguir es distinto en función el PH del producto que envasamos. Si lo que queréis conservar son cosas distintas a tomate frito o mermeladas tradicionales, os recomiendo que busquéis en internet o libros cómo hacerlo.
Primer paso: elección/adquisición de los botes y tapas
Podemos hacer conservas:
- reutilizando botes de cristal que tengamos por casa: en este caso es importante estar seguros de que en su día los abrimos «a mano», no haciendo palanca o deformando la tapa (de lo contrario entraría aire y arruinaría la conserva).
- con botes o tapas nuevos: es la opción más segura aunque implica comprar.
- podemos hacerlas con botes y tapas nuevos (que podemos comprar en cualquier hipermercado, en unos chinos o en tiendas online como ésta que es suuuper barata
- o bien reutilizando los botes pero comprando tapas nuevas (que venden en los mismos sitios anteriores).
En el mercado encontraréis distintos tipos de tapas. Os cuento las más habituales:
- Las tapas más frecuentes (la que se nos viene a la mente si pensamos en una tapa jejeje) son las que se llaman “de botón”, que son las que tienen una especie de bultito en la superficie. La finalidad de ese “bultito” es indicarnos si hemos hecho bien el vacío o no, luego os cuento. Es el tipo de tapa que os recomiendo.
- Otro tipo de tapas son las planas, que no tienen bultito. En mi caso, los botes que veis en la foto son de este tipo, luego os cuento la forma de saber si se ha hecho el vacío en ambos tipos de bote.
- Otra opción, la más «pro», segura y bonita (también son bastante más caros), es comprar tarros premium, de las marcas Weck o Le Parfait. Tienen la ventaja de que se pueden reutilizar muchísimas veces y además por su formato con goma y clip nos garantizan 100% saber si ha tenido éxito nuestro proceso de conservación. Os dejo el link de amazon.
Segundo paso: cocinar
Os dejo la receta de la salsa de tomate o tomate frito. Podéis añadir ajo, cebolla y/o las especias que os gusten.
Tercer paso: rellenar los botes
Antes de rellenar los botes, aseguraos de lo siguiente:
- Los botes están perfectamente limpios (de lavavajillas). Cualquier suciedad puede arruinar nuestra conserva y volverla peligrosa. Si los acabáis de comprar, en principio no hace falta lavarlos, con el hervido que haremos una vez rellenos será suficiente.
- El relleno debe estar muy muy caliente (recién hecho o recién recalentado, pero muy caliente).
Ahora ponemos una cucharita dentro del bote a rellenar (esto impedirá que estalle el bote por la diferencia de temperatura) y rellenamos los botes vertiendo en ellos directamente lo que queramos, con cuidado de no manchar los bordes (si los manchamos, los limpiamos con un papel) y dejando un espacio de 2 dedos máximo sin rellenar (1,5 cm, esto es importante).
Cerramos los botes con la mano (con una fuerza razonable, sin pasarse).
Cuarto paso: baño maría
En la olla más grande que tengamos, ponemos un trapo de cocina cubriendo la base y los laterales de la olla. Colocamos los botes encima (en la mía caben 4 botes de 350 ml) en vertical y llenamos de agua hasta cubrir 3 dedos por encima los botes.
Tapamos la olla, ponemos a calentar el agua y dejamos hervir a fuego medio 30 minutos. Si vuestros botes son notablemente más grandes o más pequeños que los míos, ajustad el tiempo 10 minutos arriba o abajo.
Separamos la olla del fuego y esperamos a que se temple el agua antes de sacar los botes (de nuevo, para evitar cambios bruscos de temperatura que puedan hacer estallar los botes).
Quinto paso: dejar que se haga el vacío
Una vez que los botes estén templados, los sacamos de la olla y los dejamos reposar en vertical en una mesa, sin tocar, entre 8 y 12 horas. Durante ese tiempo se producirá el vacío sin que hagamos nada más.
Sexto paso: comprobar que se ha hecho el vacío
- Si vuestra tapa es “de botón”, pulsad en el centro de la tapa con el dedo. Si veis que la podéis hundir, NO se ha hecho el vacío. Si no os permite hundirla, está bien. (Queda más claro si cogéis una conserva que tengáis en casa y un bote vacío que tengáis y hacéis vosotros la prueba, saldréis de toda duda).
- Si vuestra tapa es plana (como las mías), debéis observar los envases a la altura de vuestros ojos y comprobar que la superficie está ligeramente curvada hacia abajo en el centro (es muy sutil). Si es así, se ha hecho el vacío. Cuando compras las tapas, son totalmente planas, no hay curvatura.
- Si vuestros tarros son tipo Weck o Le Parfait, retirad los clips y comprobad que las tapas no se sueltan (que están fuertemente “succionadas”).
IMPORTANTE: os recomiendo que, si tenéis dudas sobre alguno de los botes, lo consumáis en unos días o lo congeléis, antes que arriesgaros a tener que tirarlo o cogeros una intoxicación!
Y ya estaría! Ahora podéis guardar vuestros botes en la despensa o en un armario al que no le de la luz. Los tendréis listos para consumir hasta 1 ano!
Un comentario en «Cómo hacer conservas caseras»