15 trucos de cocina súper útiles

Buenos días amigos!

Desde que era bastante pequeña, cuando salíamos a comer fuera o íbamos a casa de alguien, me picaba la curiosidad de cómo habían hecho determinados platos o cómo conseguían determinados efectos. Esa curiosidad la mantengo a día de hoy, y sigo preguntando allá donde voy (familiares, camareros o responsables de caterings, cocineros, en el supermercado…). Muchas veces es la gente la que me pregunta «y cómo has hecho para que no te pase XXXX?», de modo que he decidido recopilar para vosotros muchas de estas dudillas y trucos que he ido aprendiendo tanto de mi madre como de vídeos, cursos o de mi experiencia propia!

  1. Pelar cebollas sin llorar
  2. Hacer patatas fritas más rápido y con mucho menos aceite
  3. Acelerar la maduración de los aguacates cuando los compramos duros , y conservarlos sin que ennegrezcan
  4. Conseguir que no se corte la mayonesa, y arreglar una mayonesa cortada
  5. Hacer que las legumbres se digieran mejor
  6. Hacer huevos duros sin que se rompan
  7. Freír berenjenas sin que absorban aceite
  8. Dejar un risotto preparado con antelación
  9. Limpiar la thermomix y los cacharros en general
  10. No tirar comida
  11. «Reflotar» cremas de verduras congeladas
  12. Freír queso empanado sin que se deshaga
  13. Arreglar una sopa demasiado salada, o espesar una sopa o crema demasiado líquida
  14. Desgrasar un caldo o salsa
  15. Evitar salpicaduras al hacer un huevo frito


1. Pelar cebollas sin llorar

La responsable del lagrimeo es la alinasa, una sustancia que se desprende al cortar la cebolla. Ponernos unas gafas de natación (por si se os ha ocurrido) no resolverá el problema, ya que la sustancia irritante entra por la nariz… Tenemos 2 opciones:

  • ir mojando la cebolla de vez en cuando (por ejemplo, pelamos la cebolla, la cortamos en 4 y la lavamos en ese momento y alguna vez más si vemos que nos pica más)
  • utilizar un buen cuchillo bien afilado y hacer el corte con buena técnica (muchas veces el lagrimeo viene de machacar demasiado la cebolla), y ponernos algo separados del cuchillo (apartar hacia adelante la tabla de cortar y así no tendremos los brazos y el cuchillo en la perpendicular de la cara)

2. Hacer patatas fritas más rápido y con mucho menos aceite

Este es un inventazo que además de grasas nos ahorra tiempo. Consiste en ablandar las patatas antes de pasarlas a la sartén o freidora, de forma que no absorben tantísimo aceite y os aseguro que no se nota nada en sabor ni textura. Sirve tanto para hacer patatas fritas de guarnición como para tortilla de patatas. Otro punto bueno de este truco es que podemos dejar esta hecha fase de antemano, y así cuando vayamos a comer sólo tendremos que pasar las patatas a la freidora/sartén muy poquito tiempo.

Simplemente cortamos las patatas como vayamos a quererlas, las ponemos en un bol con tapa (a una mala, en un bol con papel film agujereado) y ponemos un buen chorro de aceite. Lo metemos en el microondas tapado durante unos 3 minutos o algo más, hasta que veamos que se han ablandado (luego terminarán de hacerse en la sartén o freidora así que no os preocupéis si están un poco duras). Después ya las pasamos a la sartén o freidora para darles el toque tostadito.

3. Acelerar la maduración de los aguacates cuando los compramos duros , y conservarlos sin que ennegrezcan

Muchas veces los aguacates están literalmente como piedras cuando los compramos. Lo bueno es que, a diferencia de muchas otras frutas/verduras, que nunca llegan a madurar después de recogidas, los aguacates tienen solución, siempre que no pretendamos comérnoslo ese mismo día jeje.

Para ello, simplemente debemos envolverlos en en papel de periódico durante 1 ó 2 días (van muy rápido!) o guardarlos junto a plátanos o manzanas. Para detener la maduración, metedlos en la nevera.

Otra cosa que les pasa a los aguacates es que se oxidan al abrirlos, lo que empeora su aspecto (sólo su aspecto así que si no os importa que se vea más oscurito no os preocupéis!). Para evitarlo os recomiendo que:

  • en caso de que lo que os haya sobrado sea medio aguacate, guardéis la mitad que se ha quedado con el hueso, y lo tapéis entero con papel de plata.
  • si os ha sobrado algo tipo guacamole y éste no es muy líquido, si son pocas horas dejadlo tal cual en la nevera tapado con papel film sin que quede hueco entre el bol y el propio guacamole (es decir, el film lo pegamos al guacamole, para que entre el menor oxígeno posible), o bien si lo vamos a dejar muchas horas ponemos agua por encima con muuucho cuidado (no bajo el chorro fuerte del grifo sino con una jarrita por ejemplo), lo guardamos con cuidado de que no se mezcle y cuando lo vayamos a usar quitamos el agua y removemos bien.

4. Conseguir que no se corte la mayonesa, y arreglar una mayonesa cortada

Existen varias razones que pueden llevar a que se corte la mayonesa casera:

  • Puede ser por la diferencia de temperaturas entre los distintos ingredientes. Para ello lo ideal es que retiremos poco tiempo antes de hacerla los huevos del frigorífico para que se atemperen y no haya tanta diferencia con la temperatura del aceite que suele estar en la despensa.
  • Que echemos una cantidad excesiva de aceite al principio, por lo que el huevo no tendrá capacidad de emulsionarse con el aceite tan rápido. La solución es añadir poco a poco el aceite hasta que veamos que el huevo se emulsiona, después ya podemos echarlo en mayor cantidad sin problema.

Si aún así se os corta, no la tiréis: retiradla de la jarra o bol donde la estéis preparando, rebañando bien pero sin necesidad de lavarlo y añadid dos cucharadas soperas de agua caliente en el fondo del vaso, añadiendo luego a chorritos la mayonesa cortada y emulsionando de nuevo bien con la batidora.

5. Hacer que las legumbres se digieran mejor

Simplemente debemos añadir al guiso desde el inicio un trozo de alga «kombu» (de venta en herbolarios y grandes supermercados en sus zonas bio/eco- yo compro un paquete y me dura todo el invierno). La sacamos cuando termine de cocinarse el guiso, y listo. Mano de santo!

6. Hacer huevos duros sin que se rompan

Echando un chorrito de vinagre normal en el agua lo evitará!

7. Freír berenjenas sin que absorban aceite

Habréis observado (ya sea en casa o en restaurantes) que laas berenjenas se comportan como auténticas esponjas cuando las sumergimos en aceite.

Para evitarlo os presento este trucazo: cortamos las berenjenas de la forma que más nos gusten (rodajas o bastones como las patatas fritas), las colocamos en un plato hondo y las cubrimos de cerveza durante unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, las dejamos sobre un paño de cocina para quitar el exceso de humedad, espolvoreamos con sal y las pasamos por harina. Retiramos el sobrante de harina haciéndolas «saltar» sobre un colador y las freímos en aceite muy caliente en grupos (no apelotonéis todas las berenjenas de golpe porque no quedarán bien), sacándolos a un papel absorbente en cuanto empiecen a dorarse. Las podemos acompañar de salsa tipo romescu o con miel o salmorejo.

8. Dejar un risotto preparado con antelación

Antes de conocer este truco, sólo preparaba risottos cuando iba a tener el tiempo de hacerlos en el momento, cosa que no es habitual y además no me gusta demasiado. Gracias a uno de los cocineros del catering que sirvió el bautizo de mi ahijado, vi la luz: podemos dejar el risotto hecho en su práctica totalidad y después terminarlo cuando vayamos a tomarlo. Basta con ponerle menos agua de la que necesita el arroz, dejándolo más duro de lo que lo vamos a comer, lo apartamos del fuego y ya está. Cuando vayamos querer tomarlo (ese mismo día o al día siguiente o al otro) simplemente añadimos más agua y dejamos que siga cocinándose el arroz.

9. Limpiar la thermomix y los cacharros en general

Esto no es calificable de truco, pero es que no me canso de repetirlo: si enjuagamos la batidora o la olla nada más haber retirado la comida de dentro, muchas veces no será necesario ni fregarla, porque se va todo! Por el contrario, si dejamos que se seque (unos pocos minutos bastan) ya tendremos que sacar estropajo, frotar, estropear el utensilio…

En el caso concreto de la thermomix u otra batidora de ese estilo, si han quedado restos pegados podemos ponerle agua por la mitad, un chorro de detergente y batir al 6 durante 10 segundos.

10. No tirar comida

No soporto tirar comida. No es cuestión de tacañería ni nada en especial, simplemente me parece absurdo porque creo que la mayoría de veces es evitable. Os doy unos trucos para no tirar determinadas cosas:

  • Pan: si habéis comprado demasiado pan, o si habéis hecho pan en casa, y pensáis en tirarlo, NO lo hagáis! Está claro que el pan duro o chicloso es horrible, pero tengo la solución: cortadlo en rebanadas y guardadlo tan cual en una bolsa en el congelador (la barra en rebanadas juntas como si fuese una bolsa de pan de molde). Cuando queráis tomarlo, simplemente sacáis una rebanada y la metéis directa en el tostador, sin más!
  • Verduras: podéis hacer una crema de verduras con todas las verduras que os sobren, no hace falta ni que hagáis el sofrito con cebolla, simplemente cocedlas en no mucha agua hasta que estén blanditas, y cuando estén echáis un chorro de aceite de oliva virgen y una cucharadita de sal y trituráis con batidora potente. Otra opción es congelarlas tal cual: os servirán para otras preparaciones, nunca en crudo.
  • Frutas: podéis congelarlas peladas y cortadas en trocitos, y cuando las queramos las trituramos junto con un yogur y un poco de endulzante: helado casero! Otra opción es hacer mermeladas. Eso sí: no pretendáis tomar las frutas descongeladas tal cual porque no están iguales, se quedan «chuchurrías».
  • Huevos: no sé si será sólo a mí, pero muchas veces compro huevos y me sobran muchísimos. No los tiréis! Los batís, los metéis en un bote de cristal, y al congelador! Ya están listos para usar cuando queráis, para cualquier revuelto, tortilla o similar.
  • Carne: esto es muy típico, pero por si acaso. Nada de comprar bandejas de filetes y comerlas un día tras otro: nada más comprarlos los guardamos en bolsitas de congelación separados en raciones de 2 o como queramos; cuando vayamos a tomarlos simplemente descongelaremos los que necesitemos.
  • Hierbas aromáticas: otra de las cosas que me suelen sobrar son hierbas como cilantro, cebollino, hierbabuena, albahaca… ya que las compro para hacer una receta y el resto no sé qué hacer con ello! La solución es congelarlas en picaditas y metidas en bolsas de congelación.

11. «Reflotar» cremas de verduras congeladas

Las cremas de verduras se pueden congelar, de hecho a mí me encanta hacer mucha cantidad, congelar una parte y descongelarla cuando la necesite. Lo «malo» es que cuando las descongelamos muchas veces se quedan como separadas el agua de lo demás, en una textura que no es precisamente cremosa…

La solución es ponerla en un cazo a calentar y remover con unas varillas. Esto es necesario, por tanto no podemos sacar una crema del congelador y llevárnosla en un tupper directamente a trabajar (lamentablemente).

12. Freír queso empanado sin que se deshaga

¿Os gustan las ensaladas en las que vienen rulos de queso de cabra empanados? ¿Y los típicos palitos de mozzarella? Si os habéis aventurado a prepararlos tal cual, habréis visto que se derriten y desparraman por la sartén… Lo evitaremos metiéndolos en el congelador (ya empanados), separados unos de otros, y cuando estén duros y los vayamos a freír, los sacamos y freímos tal cual en aceite muy caliente. Esto sirve igualmente con las croquetas!

13. Arreglar una sopa demasiado salada, o espesar una sopa o crema demasiado líquida

Para este problemilla tan habitual hay 2 trucos:

  • Añadir una cucharada de maizena disuelta en agua fría y dejarla cocinando un rato más.
  • Cocer una patata y añadir más agua, y triturarla.

14. Desgrasar un caldo o salsa

Para mí es esencial para la digestión y para sentirme más sana retirar la grasa que sale al preparar determinadas recetas como la sopa.

Lo mejor es dejarla enfriar en la nevera o en el exterior si hace frío, y al día siguiente la grasa estará en la superficie y será fácilmente retirable con una espumadera o cuchara.

15. Evitar salpicaduras al hacer un huevo frito

Si lo cascamos antes en un vasito o tacita evitamos totalmente este problema.

 

2 comentarios en «15 trucos de cocina súper útiles»

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