Hola amig@s!
Siempre hemos oído lo buenísimo que es para la salud el pescado azul (salmón, atún, boquerón/anchoa, caballa, salmonete, pez espada, sardinas). Que si tiene mucho omega 3, que si su proteína es de fantástica calidad, que si tienen también calcio… Pero luego nos vienen con el tema de los metales pesados, que abundan en la mayoría de estos peces, y entonces nos armamos un lio en la cabeza que no sabemos por dónde salir!
Todo lo anterior es cierto, tanto lo bueno como lo malo, pero hay un pescado que tiene solamente la parte buena, y que encima es baratísimo: las sardinas!
Su época perfecta es primavera-verano, de modo que tenemos muchos meses para disfrutar de ellas (aunque las de lata siempre están y son igualmente deliciosas!). Personalmente soy muy fan de las sardinas, tanto en su versión enlatada como en su versión fresca.
Quizá penséis: y qué hago con sardinas? Pues bien, si solo se te ocurre tomarlas a modo aperitivo con unas tostas, te dejo aquí enlazadas un montón de recetas que he hecho con ellas, todas ellas súper apetecibles!!! Desde empanadas hasta distintos platos de pasta y ensaladas, todos ellos deliciosos!
Pues bien, hoy añado una más al listado, un pastel/gratén que he repetido ya en dos ocasiones y que ha triunfado tanto en mi casa como en vacaciones con toda mi familia. Es delicioso y facilísimo de hacer, probadlo calentito y frio, os prometo que os va a enamorar!!!
Ingredientes (para un pastel de 4 raciones):
- 3 latas de sardinas/sardinillas (unas 4 sardinillas por persona)
- 1 calabacín mediano
- 1 tarrina de queso ricotta (aprox 400 gr, podría ponerse otro queso pero no he probado, con este os garantizo que queda perfecto)
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas soperas de pan rallado y otra para poner por encima
- 2 cucharadas soperas de queso parmesano/grana padano rallado y otras 2 para poner por encima
- 1 cucharadita de orégano u otra hierba del estilo
- Opcional (si queréis que quede más terso, menos pastoso) – 2 huevos
- NADA DE SAL (las sardinas y el parmesano son súper salados ya)
Preparación:
Precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.
Antes de empezar, os propongo 2 formatos distintos:
- uno es a modo pastel, todo mezclado,
- y el otro es a modo gratén, poniendo las sardinillas en la base y cubriéndolas con la mezcla de queso y demás, formando capas.
La única diferencia en cuanto a la ejecución es triturar o no las sardinas junto con los restantes ingredientes, de modo que escoged la que más os guste 🙂 . Yo he probado las 2 y me gustan por igual.
Pues bien, para esta receta lo único que tenemos que hacer es triturar con una batidora (o thermomix a velocidad 5-7 progresiva 30 segundos) todos los ingredientes del listado (excluyendo las sardinas, si optáis por el formato gratén).
En un molde alargado o redondo:
- Formato gratén: disponemos la mitad de la mezcla de queso y demás. Ponemos por encima las sardinas, cubrimos con la otra mitad de mezcla de queso y espolvoreamos por encima el parmesano y el pan rallado que habíamos reservado.
- Formato pastel: ponemos toda la mezcla en el molde y espolvoreamos por encima el parmesano y el pan rallado que habíamos reservado.
Metemos en el horno a media altura y dejamos cocinarse hasta que el pan esté doradito (aprox 30 minutos).
Y listo!
➡ Este pastel se puede comer tanto frio como caliente, está buenísimo de ambas formas.
➡ La guarnición que más me pega es una sencilla ensalada (verde, tomate y cebolla), ya que es bastante contundente.
➡ Se conserva sin problema 4 dias en la nevera. No recomiendo congelarlo, ya que el calabacin y el ricotta pierden liquido al descongelarse.
Un comentario en «Pastel gratinado de sardinillas y ricotta»