Buenos días!!!
Os traigo recetita DELICIOSA nacida, como tantas otras, por pura casualidad. Tenía una piña olvidada en casa y cuando la abrí tenía ese olor a “un pelín pasada” que tanta rabia da…
Ya sabéis que detesto tirar comida, de modo que pensé que quizá en versión cocinada podía disimularse, y BINGO! Salió esta compota deliciosa que comimos tanto en frío (con yogur por ejemplo) como en caliente (añadiéndola a la salsa de cebolla de un solomillo, debajo os cuento cómo). En ambos casos nos gustó tanto el resultado que no he dudado en compartirla con vosotr@s – espero que os guste!!!
Ingredientes (para 1 botecito) :
- 1 piña (mejor fresca o de las que vienen cortadas, aunque también podría hacerse con las que vienen en latas en su jugo)
- 2 rodajas de jengibre fresco (opcional, combinan muy bien pero NO es imprescindible)
- 1 chorrito de zumo de limón
- 1 chorrito de sirope de arce o ágave, o 1 cucharada sopera de azúcar
- Si queremos que se forme mermelada: 1 cucharada sopera (generosa) de semillas de chia
Preparación:
Comenzamos pelando y partiendo la piña en trocitos pequeños.
La ponemos en un cacito al fuego y encendemos a fuego fuerte. Tapamos el cazo hasta que veamos que empieza a sonar y oler (5 minutos aprox).
Removemos para que se caramelice por todas las caras, bajando el fuego a fuego medio.
Cuando esté doradita, aplastamos los trozos con una espátula y agregamos el jengibre, el endulzante escogido y el zumo de limón. Removemos, tapamos y dejamos que se siga cocinando a fuego suave 10 minutos más.
Ahora podemos hacer 2 cosas:
- Si queremos dejarla en modo compota, ya estaría. Simplemente pasaríamos esta mezcla a un cuenco o bote de cristal y a la nevera!
- Si queremos que sea mermelada, trituramos la mezcla con una batidora, agregamos las semillas de chia (también podéis triturarlas junto con lo demás, si preferís no percibir los granulitos). Pasamos a un cuenco o bote de cristal y a la nevera.
Listo!!! Ya veis que es facilísimo!
Y con qué tomar esta mermelada/compota?
- Con tostadas tal cual
- Con tostadas con mantequilla/ghee o requesón/cottage
- Con queso fresco tipo burgos
- Con quesos fuertes tipo manchego
- Con foie
- Incluyéndolo en una salsa para carne, como en este solomillo en salsa de membrillo (también tengo receta de solomillo a la piña, pero ahí la gracia es dejar la piña entera 🙂 )