Berenjenas rellenas de gambas

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Hola a todos!

Os presento otra recetilla de berenjenas rellenas, y advierto de que no será la última porque me encantan!

Esta vez las vamos a rellenar de ingredientes marinos… Ya veréis el toque tan especial que le dan. Son ligeras pero nutritivas, perfectas para una cena de diario que podremos haber preparado con antelación (incluso congelarlas), o bien prepararlas directamente para comer, o para reuniones con invitados ya que tienen un toque especial.

Ingredientes:

  • 1 berenjena por persona
  • 1 cebolla mediana
  • Tomate triturado o frito casero (unos 150gr por berenjena)
  • 1 puñadito de gambas crudas peladas por berenjena
  • Un poco de pescado blanco, como merluza (aprovecho esta receta para hacer uso de pescados que se me han quedado olvidados en el congelador, o que no son de muy buena calidad, ya que con los demás ingredientes no se nota…)
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva


Preparación:

En primer lugar, precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.

Asamos las berenjenas cortadas por la mitad longitudinalmente y con la pulpa hacia arriba. Les hacemos unos cortes en diagonal por la pulpa antes de meterlas en el horno y regamos con un chorrito fino de aceite y una pizca de sal. Las asamos durante 20 minutos como mínimo, dependiendo del horno pueden tardar 40 minutos.

Mientras se hacen, en una cazuela o cocotte pochamos la cebolla picadita a fuego medio con un chorrito de aceite durante 10 minutos.

Sacamos las berenjenas del horno cuando estén tiernas, y con una cuchara vamos extrayendo la pulpa de las mismas, con cuidado de no romper la piel ya que es lo que vamos a rellenar! Vamos echando la pulpa en la cazuela junto con la cebolla. Conservamos la piel de las berenjenas.

Añadimos a la cazuela el tomate y dejamos otro poco. Si el tomate no es frito deberemos dejarlo 10 minutos más que si es frito, para que se cocine.

Troceamos las gambas y el pescado, y lo añadimos a la cazuela. Salpimentamos el conjunto y dejamos cocinando suavemente hasta que veamos que las gambitas y el pescado han cambiado de color.

Cuando esté, pasamos la batidora un poco, muy poco, simplemente para ligar la salsa, que no queden por separado líquido y sólido. Con este sencillo paso evitamos tener que ponerle bechamel o maizena, ya que obtenemos la jugosidad buscada sin necesidad de añadir grasas o hidratos innecesariamente.

Con este conjunto, vamos rellenando las berenjenas. Cuando vayamos a tomarlas, simplemente les damos un toque de horno y estarán deliciosas!

Ideas de aprovechamiento: si nos sobra relleno (suele ocurrir), podemos emplearlo como:

  • Relleno de unas empanadillas: lo trituraríamos un poco más, rellenaríamos masas de empanadilla, pintamos con huevo batido y sellamos los bordes con un tenedor. Al horno fuerte hasta que se doren.
  • Salsa para una pasta, quizás necesiten en ese caso un poco más de tomate frito para darle textura más de salsa.

Se pueden congelar y quedan perfectas, tanto el relleno como las berenjenas ya rellenas.

Espero que os gusten!!!