Hola amigos!
Una de las cosas que más me pedís desde hace tiempo es que os proponga ideas de menús para llevar a la oficina…
Y es que es una realidad que cada vez más gente se lleva su propia comida al trabajo, ya sea por querer cuidarse más, por razones de salud (alergias, intolerancias…), porque somos más conscientes de que muchas veces los menús del día no están hechos con lo mejor de lo mejor (grasas y demás), por ahorro de dinero y de tiempo, y por muchas causas más. Esto, hasta hace pocos años, era algo bastante raro y no muy bien visto; ahora esta costumbre cada vez se está extendiendo más.
Para mí, llevar la comida al trabajo es una opción excelente, por varias razones:
- Porque de esta manera podemos controlar lo que comemos, y crear menús equilibrados para toda la semana (es decir, prever las raciones adecuadas de legumbres, pescado, etc) en lugar de comer lo que nos apetece en cada momento (que no suele coincidir con lo equilibrado…)
- Porque no comemos más cantidad de la que en un momento «racional» decidimos meter (es decir, sin demasiada hambre, que es cuando solemos empaquetar la comida – por la mañana o después de cenar). No serán pocas las veces que comemos con ansia una gran ración que nos ponen en un restaurante, sin ninguna necesidad real…
- Si no te llevas pan, eso que te quitas… Al igual que las típicas cosas que te ponen mientras esperas a comer en un restaurante (aceitunas, patatas fritas, embutido…) y postres tipo tartas, flanes etc
- Ahorro de tiempo: cuanto antes comas, antes acabas tu jornada laboral… (sólo aplica si tu empresa te lo permite, o si eres autónomo…)
- Ahorro de dinero: una crema de verduras para 6 raciones cuesta (aparte de un mínimo esfuerzo) por ejemplo el precio de una bolsa de zanahorias (por ejemplo) 1€ + 1 cebolla 30ct + agua + sal = como mucho 3 euros si contamos gasto en electricidad y demás… Es decir 50 céntimos el plato de crema. En un restaurante de menú nunca vas a pagar menos de 4 euros por eso mismo. Multiplica por días y calcula…
- Comer una ensalada, sandwich o sushi cada día, aunque parezca sano, no lo es tanto. Es cierto que podemos comer equilibrado de esta forma, pero nos perdemos muchos nutrientes y además cansa a medio plazo. El pan de molde blanco no es muy sano, la lechuga iceberg no aporta nutrientes, las verduras que ponen en la ensalada llevan cortadas su tiempo, el jamón york y el queso son procesados, la proteína de dentro del sushi nunca sabes qué calidad tiene…
En cuanto a lo malo de esta opción, señalaría:
- Puede daros pereza preparar la comida. El truco está en preparar grandes cantidades el día que nos pongamos a ello, y congelarlas en raciones individuales (en botecitos de cristal o bolsas de plástico de congelación). De este modo, con un rato que le dediques tienes para 6 comidas
- Puede daros pereza transportarla, cargando con una bolsa hasta el lugar de trabajo. Ante esto, no tengo muchas opciones que ofreceros… más que que llevéis plato único y en un recipiente ligero que puede hasta caberos en un bolso o en donde llevéis el ordenador (si lo lleváis!)
- Puede no gustaros comer en un recipiente de plástico. Ante esto, existen recipientes de cristal estupendos y de hecho mucho más sanos (calentar el plástico dicen que no es muy bueno). Otra opción es tener un plato normal en la oficina y volcar la comida cada vez
- Puede que no tengáis un sitio donde tomarlo y no os guste hacerlo frente al ordenador o perderos la parte social de la hora de comer. En mi caso, salgo a comer 2 días fuera y así disfruto de esas necesarias y enriquecedoras conversaciones de fuera de la ofi, y el resto de días como lo que me llevo
- Puede que ni tengáis microondas para calentar: en ese caso habrá que optar por las recetas que creamos que mejor pueden estar a temperatura ambiente (pensad que no va a estar frío de nevera…). Eso sí, hay que abrir un poco la mente en este sentido, por ejemplo aunque sea invierno podemos tomar una crema de verduras a temperatura ambiente, unas croquetas, una empanada o una quiche, no vamos a estar comiendo sólo ensaladas! He experimentado que con el paso del tiempo dejas de notar tanto que no están calientes las cosas, pero eso es ya opinión personal totalmente…
Paso ya a daros ideas concretas 🙂 .
Muchas veces me pedís ideas de platos que podáis llevar y os respondo que «cualquier cosa os la podéis llevar», es decir, cualquier receta de las que véis en el blog podéis llevárosla y calentarla en un microondas, pero sí que es cierto que hay algunas excepciones, cosas que quedan mejor que otras, consejillos varios, etc que no está de más repasar.
Empiezo por cosas que NO quedan bien:
- Filetes de ternera o pescado a la plancha
- Huevo frito
- Tortilla francesa
- Ensaladas aliñadas desde casa
- Cremas de verduras directamente sacadas del congelador
- Soufflés o similares
- Preparaciones con masas crujientes (p. ej. rollitos primavera, pastela…)
- Risottos
- Patatas fritas
Ahora cosas que sí quedan aceptablemente bien:
En general:
- Ensaladas sin aliñar, llevando el aliño en un botecito aparte (yo siempre llevo en un tarrito hermético el aceite+vinagre+sal ya mezclado, y a la hora de comer lo agito y lo vierto encima de la ensalada; los venden en cualquier tienda como El Corte Inglés o un chino)
- Tortilla de patata
- Quiches y demás pasteles de este tipo con masa+cosas
- Croquetas
- Guisos con salsas espesas
- Pasteles de carne/pescado
- Cosas crudas (tipo tartar o carpaccio, y mayonesas caseras) – no es que no queden bien, pero al pasar tantas horas sin refrigerar puede ser peligroso
- Verduras cocidas
- Arroces sueltos (tipo arroz con pollo o verduras)
- Pasta (lo óptimo sería no llevar totalmente mezclada la pasta con la salsa, ya que la absorbe y luego puede quedar algo seca)
- Alimentos con muchas espinas o huesos (p.ej pescados pequeños, alitas de pollo, pollo asado, perdices…) – mejor no llevarlos o llevarlos ya deshuesados, por comodidad
- Cremas de verduras (si las descongeláis, antes de llevároslas al tupper es necesario haberla calentado en un cazo y darle vueltas con unas varillas; de lo contrario, queda separado el líquido de las verduras…)
- Platos de cuchara (legumbres, caldos…)
En concreto:
Cremas de tomate especiada o con gambas y curry, crema de “brocoliflor”, de ave, de calabacín y gambas, de calabaza, de champiñones, de espárragos trigueros, de zanahoria con curry o con naranja.
Legumbres y otros platos de cuchara: guiso de alubias canela, lentejas estofadas, puré de lentejas amarillas, sopa, caldo gallego.
Ensaladas: de langostinos y aguacate, de mango, queso y pipas, de otoño, de queso de cabra empanado, de rúcula y quinoa, de tomate, pimientos asados y melva, Waldorf, Caprese, con rollitos de salmón ahumado y philadelphia.
Pasta: ñoquis con salmón, espaguetti con gambas, almejas y tomate, espaguetti con setas y rúcula, lasagna de pisto, macarrones con chorizo, con verduras al dente y parmesano, o tagliatelle con salsa de carne estofada.
Verduras: alcachofas con jamón, berenjenas rellenas de atún, de mozzarella y tomate seco o de gambas; cardo con salsa de gambas y azafrán, curry de verduras, espinacas a la crema, judías verdes al vapor, lombarda salteada con ajo y pimentón, pisto, quinoa con verduritas, pollo y tomate seco, o cuscús.
Carnes: albóndigas en salsa de tomate, carne guisada a la cazadora, carrilleras a la naranja, al curry o al vino tinto, chili con carne, dados de pollo “chino”, hamburguesas clásicas o vegetarianas, medallones de solomillo en salsa de cebollino, en salsa de cebolla o en salsa de membrillo, pechugas de pollo a la mostaza, en salsa ligera de eneldo, al curry o en escabeche. También son fantásticas las empanadillas argentinas, la ropa vieja y los wraps de pollo al curry.
Pasteles salados: quiche de tomatitos cherry, pastel de ternera, de pollo, de cangrejo, de patata y anchoas, de puré de patata y bolognesa, de puré de patata y atún.
Pescados: bacalao con salsa de tomate, fishcakes, lenguados rellenos con salsa, merluza en salsa de puerros, gambas y azafrán, pescado gratinado al horno, sushi.
Postre: yogur, fruta, frutos secos.
Espero que os haya gustado el post y que os sea útil!!! Comentadme lo que queráis tanto por aquí como por Instagram, besos!