Hola amigos!!!
¿Os gustan los pimientos asados? ¿Sabéis que se pueden hacer en casa súper fácilmente? Para mí ha sido un gran descubrimiento, ya que hasta ahora sólo los tomaba en restaurantes o en casas de gente que «se los curraba», ya que los de bote generalmente me saben al demasiado al producto químico con el que se conservan…
Si os pasa como a mí, no os perdáis la receta de hoy. Os recomiendo hacer una cantidad considerable, total, sólo hay que poner los pimientos tal cual al horno y dejarlos asarse, y después podéis conservarlos en nevera o congelador muchísimo tiempo!
Los hemos tomado en ensalada con tomate y melva, con bacalao con pimientos, como guarnición de filete a la plancha, en tostas con queso de cabra… Riquísimos!
Ingredientes (cantidad al gusto):
- un mínimo de 2-6 pimientos rojos y/o verdes de los grandes y carnosos (no los que dicen «de freir», básicamente porque los de freír tienen mucha piel y poca carne)
- un chorrito de aceite de oliva
- sal
Preparación:
Lavamos muy bien los pimientos y los secamos.
Después os propongo 2 maneras de hacerlos:
Modo tradicional (horno):
Precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo, sacando la bandeja.
Mientras se precalienta, cubrimos la bandeja con papel de aluminio (plata) y colocamos encima los pimientos, enteros y separados entre sí sin nada por encima.
Metemos la bandeja en el horno y lo bajamos a 180 grados durante 50 minutos.
Cuando pasen 25 minutos, abrimos el horno y les damos la vuelta (con unas pinzas o similar), para que se asen por todos lados los restantes 25 minutos.
Transcurrido ese tiempo, sacamos la bandeja del horno y esperamos a que se templen un poco antes de pelarlos. TRUCO OPCIONAL: si envolvemos los pimientos en papel de plata formando un paquetito durante 15 minutos, conseguiremos que «suden», suelten jugos y se pelen mejor).
SIGUE DEBAJO
En slowcooker (CrockPot):
Ponemos un chorro de aceite de oliva en la base de la slowcooker, simplemente que quede la base cubierta sin que haya un exceso. Colocamos los pimientos y echamos un poco más de aceite y sal y removemos con una espátula para que se embadurnen bien del aceite.
Programamos 3 horas en alta, y después los dejamos 1 hora más sin hacer nada, sólo tapados con la olla apagada.
Cuando haya pasado el tiempo de horno o slowcooker, y estén templados (NO LOS DEJÉIS ENFRIAR DEL TODO porque después es mucho más difícil retirar la piel!), pelamos los pimientos con cuidado y los vamos cortando en tiras más finitas, con las manos o con cuchillo.
➡ Podemos conservarlos guardándolos en un bote o cuenco con el liquidillo que han desprendido, aceite y sal, durante varios días, o bien tomarlos en ese momento.
➡ Se pueden congelar tal cual, sin problema!
➡ Al inicio del post os daba ideas de cómo tomarlos…
Que rico!!!! Como me gustan los tarritos donde los guardas!!!😉
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Jeje siiiiii son muy prácticos 😉
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