Muy buenos días lectores!
Hoy os escribo desde Tenerife, mañana es festivo para los madrileños y hemos venido aquí a pasar el puente, es increíble que estemos como en verano completamente! Aunque a las 18h es de noche, cosa que es obvia pero ayer nos chocó!
Os presento una receta buenísima típica de Sudamérica, especialmente de Colombia y Venezuela. También en Canarias las preparan.
Las arepas son masas de maíz gorditas redondas que se rellenan de multitud de cosas. Hoy os voy a enseñar cómo hacerlas de «ropa vieja», que consiste básicamente en carne deshilachada con una salsa especiada de tomate.
Son muy sencillas de preparar y el sabor es impresionante…
Ingredientes (para 4-6 personas):
Para la masa de arepa:
- 500 ml de leche (del tiempo, no directa de la nevera)
- 250 ml de agua (también del tiempo)
- 400 gr de harina de maíz precocida (la más conocida es la marca PAN, que venden en supermercados en la zona internacional o en mercadona; existen amarilla y blanca – a mí me parecen más auténticas amarillas)
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Para el relleno de ropa vieja:
- 2 pechugas de pollo enteras (sin filetear)
- agua
- sal
- 1 cebolla grande
- 400 gr de tomate frito (casero o comprado pero de receta casera, como el de mercadona)
- especias: comino, cúrcuma, orégano
- 1/2 cucharadita de sal
- tabasco (opcional)
Preparación:
Comenzamos preparando el relleno.
Para ello, introducimos las pechugas de pollo en una olla (preferiblemente express) sumergidas en agua con algo de sal, y cocemos (preferiblemente a presión) durante 30-40 minutos. Al hacerlo de este modo, quedan tan tiernas que se deshilachan ¡solas! Una vez que han terminado, las pasamos escurridas a un tupper bien cerrado y lo agitamos enérgicamente. Veréis que es literal que se deshilachan solas (*)… Si no tenéis olla express, proceded de idéntica forma pero dejadlo más tiempo, o bien deshilachadlas con cuchillo y tenedor, o tijeras.
Así es como quedan:
(*) El pollo «deshilachado» que hacemos en esta receta es para mí un básico, de «fondo de nevera». En casa lo hacemos bastante ya que sirve para multitud de platos y es súper simple, dura unos 5 días en la nevera intacto. Con este pollo podemos:
- Incorporarlo a ensaladas
- Preparar ají (próximamente lo publicaré…)
- Hacer arroces de todo tipo y añadirlo en el último momento
- Con el caldo que queda de cocer las pechugas, le añadimos unos fideos o sémola de arroz y dejamos hirviendo los minutos que indique el paquete, tendremos una sopa buenísima!
- Todo lo que se os ocurra…
Mientras se van cociendo las pechugas, tomamos una cazuela mediana y ponemos a calentar un chorrito de aceite. Picamos en cuadraditos pequeños la cebolla y la pochamos a fuego medio durante 10 minutos. Añadimos el tomate frito y un chorrito de agua (o del caldo e cocer las pechugas, si ya han terminado), así como la pizca de sal y las especias. Cuando tengamos las pechugas deshilachadas, las añadimos también a la sartén, y dejamos todo junto integrándose a fuego suave durante 5 minutos tapado.
Ahora pasamos a preparar la masa de las arepas.
En un bol ponemos el agua, la leche, el aceite y la sal, y removemos bien.
A continuación agregamos la harina de maíz y amasamos con las manos hasta conseguir una masa que prácticamente se separa de las manos. Si está muy dura le ponemos un poquito más de agua. Dejamos reposar la mezcla 5 minutos y ya podemos darles forma!
Cogemos un puñado de masa y formamos una bola que podamos coger con el puño. La aplastamos en la propia mano y le damos forma como de hamburguesa, de semejante grosor aunque más grande de diámetro.
Repetimos esto hasta que se acabe la masa y comenzamos a freírlas en una sartén con abundante aceite de oliva muy caliente, hasta que estén doradas por cada lado. Las dejamos escurrir sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa y con un cuchillo de sierra las abrimos por la mitad.
Servimos las arepas con el relleno dentro bien caliente. En cuanto al tabasco, os recomiendo que dejéis el botecito en la mesa para que cada cual abra la arepa y se ponga unas gotitas si le gusta (particularmente a mí me parece que le da un toque buenísimo!).
➡ Si nos sobra o hemos hecho mucha cantidad, no problem! Se pueden congelar tanto la masa, cruda o frita, como el relleno. Pero siempre por separado (no congeléis las arepas rellenas).
➡ Se pueden recalentar sin problema también.
➡ Si nos ha sobrado relleno, está delicioso acompañado de lechuga, obteniendo una «taco salad» más ligera.
Aclaratoria: Las arepas se conocen por ser venezolanas y se comen en todo el pais en las comidas. En Colombia solo se comen en ciertas partes del pais y no son conocidas por todos. En Tenerife (Islas Canarias) se tambien son conicidas gracias a los canarios que han vivido en Venezuela.
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