Risotto de pesto

Buenos días amig@s!

No sé por qué nunca habíamos sido muy de tomar pesto en casa, y desde hace unos meses no paramos de preparar cosas con esta deliciosa salsa! Nos encanta porque alegra cualquier plato sosillo, desde una simple pasta hasta una carne sencilla, una ensalada, un bocadillo, yyyy un risotto! Además, otro punto a su favor es que se puede preparar bastante a ojo y con ingredientes variados (no tiene por qué ser necesariamente con piñones ni con albahaca, luego veréis). Y también que, ahora que algunos estamos en modo pre-vacacional, es genial para aprovechar plantas de albahaca que no podremos regar, restos de ajo, de parmesano, el típico medio limón que ronda por la nevera… Porque el pesto se puede congelar y queda tal cual, sabíais???

Veréis en la receta que incluyo guisantes en el propio pesto (triturados): os cuento. Lo vi en una revista y pareció una idea fantástica, ya que sabía que los guisantes no iban a alterar el sabor del pesto pero sí que lo dotarían de un aporte de proteína interesante, perfecto para incluir en platos poco proteicos como arroces o pastas. Pero OJO, si preferís podéis omitir los guisantes y sustituirlos por más albahaca, rúcula o espinaca, os aseguro que el sabor no se distingue.

Al lío!

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 350 gr de arroz para risotto (carnaroli, arborio)
  • media cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • 1 chorro de vino blanco o de cocinar
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 litro de agua o caldo de verduras de calidad (luego veremos cantidad exacta)
  • opcional: 8 espárragos trigueros

Para el pesto:

  • 5 cucharadas soperas de guisantes congelados o cocidos en conserva (100 gr aprox) – opcional pero recomendable para darle más proteína al plato, tened en cuenta que vamos a triturarlos osea que no se van a apreciar
  • 1 puñado generoso de alhabaca fresca
  • 1 puñado generoso de frutos secos o pipas a vuestro gusto
  • 1 chorro generoso de aceite de oliva
  • Zumo de medio limón
  • Pizca de sal
  • 4 cucharadas soperas de queso parmesano/grana padano rallado

Preparación:

Comenzamos preparando el pesto, ya que lo pondremos inmediatamente en cuanto el arroz esté terminado y no habrá tiempo que perder!

Para ello, si decidimos incluir los guisantes y estaban congelados los coceremos 5 minutos en agua hirviendo, y los escurriremos. Después, solo habrá que triturar todos los ingredientes con una batidora e ir probando por si nos gustase más fuerte (añadir más parmesano, ajo, albahaca, sal) o menos (añadir agua o aceite). Reservamos para más tarde.

 

Proseguimos picando cebolla y ajo en cuadraditos pequeños. Los ponemos a pochar con la sal y un chorro de aceite en una cazuela lo más amplia y baja que podamos. A fuego medio 7 minutos tapado pero removiendo de vez en cuando.

Ponemos a calentar el agua o el caldo en un cacito o en el hervidor si es solamente agua.

Incorporamos el arroz y dejamos que se dore un poquito, 3 minutos.

Agregamos el vino y subimos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.

Ponemos 2 cazos del agua o caldo y removemos a fuego medio-bajo. Cuando se absorba volvemos a añadir otro cacito del agua o caldo caliente, y así tantas veces como sea necesario hasta que el grano de arroz esté tierno pero sin pasarse.

Para terminar, apartamos la cazuela del fuego e incorporamos el pesto que habíamos preparado antes. Removemos bien y dejamos que repose 2-5 minutillos.

Podemos mientras saltear unos espárragos trigueros enteros e incorporarlos al risotto troceados, no es imprescindible pero dan un sabor y textura muy ricos.

Listo!

Truco maravilloso si queréis dejarlo hecho con antelación: haced todo igual pero dejad el arroz a medio hacer (el grano aun un poco duro) y el pesto guardado por separado. Cuando vayáis a comer, simplemente habrá que volver a calentar el arroz en la cazuela y seguirlo hidratando con caldo/agua, y mezclarlo con el pesto al final, como indico en la receta.

➡ Los risottos pierden mucho en textura recalentados o congelados, pero el sabor sigue siendo el mismo (es decir, si sobra no lo tiréis porque está muy rico, pero tampoco hagáis grandísimas cantidades a propósito porque queda ideal).

Crema fría de calabacín, yogur y hierbas (en 6 minutos!)

RECETA REEDITADA

Buenos días amig@s!

Hace apenas un año estuvimos de fin de semana en París… Madre mía, lo que han cambiado las cosas en este tiempo, ahora ir a París (que lo tenemos a 3 horas en coche de Luxemburgo) suena casi como imposible…

En dicho viaje, como en tantos otros, hice uno de mis planes preferidos que es entrar en alguna gran librería y rebuscar para acabar llevándome algún libro especial. En esta ocasión acabé no con uno sino con 2, ambos sobre recetas (sorprendente, eh? Jejeje).

De uno de ellos procede la receta que comparto hoy y que tanto disfrutamos el año pasado: se trataba de un libro de sopas y cremas, dividido por estaciones del año y con un diseño precioso.

Estoy segura de que os va a encantar la crema: es hipercremosa y fresquita a más no poder, tanto por la temperatura como por las hierbas que le vamos a añadir. Además, se prepara rapidísimo porque no hay que cocer los ingredientes! Probadla y me decís…

Ingredientes (para 4 raciones generosas):

  • 2-3 calabacines (700 gr – 1 kg)
  • 200-250 gr de yogur natural sin endulzar / queso fresco batido (2 yogures de tamaño normal)
  • Imprescindible: hierbas frescas a vuestro gusto y en abundancia (yo puse menta/hierbabuena, pero también admite otras como albahaca, cilantro, eneldo… os recomiendo elegir solamente una variedad)
  • media cucharadita de sal
  • agua (puede que no sea necesaria)

Preparación:

Antes de triturar todo y dejarlo enfriar, conviene que ablandemos ligeramente el calabacín, para que tenga una textura más sedosa y agradable y se digiera mejor.

Para ello, los lavamos (no es necesario pelarlos) y los cortamos en 5 trozos cada uno. Los hacemos al vapor en un estuche tipo Lekué (unos 5 minutos pueden ser suficientes), o bien los cocemos en abundante agua hirviendo con sal. Esta agua la podemos guardar para cuando trituremos todo.

Una vez ablandados los calabacines, los dejamos templar un ratito.

Después, los trituramos a tope (1 minuto a velocidad progresiva 10 en thermomix) con los demás ingredientes del listado. OJO, respecto al agua, empezad ni poniendo nada o bien poniendo muy poquita, ya que el calabacín contiene mucha agua y el yogur también aporta líquido. La idea es obtener una crema, valga la redundancia, muuuy cremosa!

Metemos en la nevera hasta que esté bien fresquita, y a disfrutar!!!

➡ Si os habéis decantado por ponerle albahaca, podéis servir la crema con parmesano espolvoreado por encima, o incluso en lascas, queda genial!

➡ Se conserva bien 4-5 días en la nevera.

 

Helado de chocolate (instantáneo y saludable)

Hola querid@s!

Maaaadre mía qué calor hace en todas partes, ni yo en Luxemburgo me libro!!!

El post de hoy es tan fácil que me da incluso vergüenza llamarlo receta jejeje.

No obstante, está tan rico y sorprende tanto al que lo prueba que he decidido publicarlo para inspiraros para vuestras meriendas veraniegas. De hecho, voy a incluirlo en el post recopilatorio de meriendas que compartí hace unos meses (os dejo el link por si os lo perdísteis).

Vamos al lio!

Ingredientes (para 2 raciones):

  • 3 plátanos congelados (no está de más tener siempre plátanos congelados – pelados y cortados en 2-3 y metidos en bolsita de plástico, sirven para helados y smoothies cremosos!)
  • 1 cucharada sopera de cacao puro en polvo (no nesquick ni colacao, esto es puro cacao, lo venden ya en cualquier supermercado)
  • Leche al gusto (ver debajo)
  • Opcional: 1 cucharada sopera de mantequilla de algún fruto seco o tahini
  • Para servir (opcional): nibs de cacao o pepitas de chocolate

Preparación:

Simplemente hay que triturar todos los ingredientes con una batidora hasta obtener una textura cremosa y homogénea de helado. Empezad poniendo muuuy poca leche (o nada) e id agregando si veis que lo necesita para quedar cremoso.

En thermomix, 10 segundos a velocidad 5, abrimos, bajamos lo que ha quedado por las paredes y volvemos a triturar 5 segundos a velocidad 10.

Servimos inmediatamente, espolvoreando si queremos nibs de cacao o pepitas de chocolate.

Fajitas con sazonador y guacamole caseros

Muy buenos días queridos lectores!

Ayer os presentaba mi receta de tortillas mexicanas y os anticipaba que os iba a enseñar mi relleno favorito: pollo, pimientos y sazonador casero, con su guacamole.

Es una cena que preparamos en casa con muchísima frecuencia, ya que contenta tanto a amantes de la comida contundente como a los de la comida sana (que no tienen por qué ser incompatibles!) 🙂 .

Como os adelantaba ayer, tomar fajitas en casa puede ser un plato ultraprocesado si tiramos de todo comprado (aunque nos parezca muy sabroso y casero porque «lo estamos preparando nosotros»). Os explico a qué me refiero:

  • los sazonadores de sobre son una mezcla de 55% azúcar (como lo oís), 27% y el resto alguna especia y potenciadores del sabor (glutamato), cuando no hay nada mas fácil que echar especias de un bote… además veréis que son especias normales y corrientes
  • el guacamole de bote, si bien he visto algunos REFRIGERADOS que son casi todo natural, no me convencen del todo el sabor, me gusta más como queda la combinación que os propongo debajo, pero eso ya como queráis (pero por favor nunca compréis los guacamoles de despensa…)
  • las tortillas de las marcas habituales suelen estar hechas con grasa de palma y una cantidad de aditivos sorprendente – la opción saludable es hacerlas caseras con la receta que os conté ayer, o bien no liarnos y comprar las que menos ingredientes tengan, como las de maíz que venden en zonas internacionales de supermercado o en herbolarios/zonas eco/bio.

Por ello me parece interesante que conozcáis la versión tradicional casera, fácil y saludable!

Vamos allá!!!

Ingredientes (para 4 raciones):

  • tortillas para fajita (cantidad-nº en función del tamaño de la tortita…)
  • 2 pechugas de pollo gruesas sin filetear (u 8 filetitos)
  • 3 pimientos (de distintos colores o del mismo)
  • 1 cebolla grande ó 2 pequeñas
  • especias («sazonador casero»): sal, comino, pimienta negra, cayena o copos de chile, ajo en polvo, pimentón (cantidades a vuestro gusto, el que debe predominar es el comino)
  • aceite de oliva

Para el guacamole:

  • 1 aguacate muy maduro
  • 1 trocito de cebolla o cebolleta
  • zumo de medio limón pequeño o lima
  • sal
  • pimienta negra
  • 1 trocito de tomate (opcional)
  • tabasco (opcional)
  • cilantro fresco (opcional)

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Tortillas para fajita/tacos/burritos

Muy buenos días amigos una semanita más!!!

Las fajitas, tacos y burritos son de esos platos que gustan a todo el mundo, como la pasta o la pizza jejeje, no os parece???

Desde hace tiempo hago en casa el relleno con mi propio sazonador (si miráis los ingredientes de los sazonadores os daréis cuenta de que son 55% azúcar, 27% sal, y el resto glutamato y un poco de especias… total, estamos pagando un dinero por una porquería cuando podemos hacerlo en casa igual de rico y mucho más sano!). Mañana publicaré re-editada mi receta del relleno de pollo y pimientos, con su sazonador y su guacamole caseros, que son un exitazo cada vez que los preparo!!!

La cuestión es que con lo que nunca me había atrevido era con las tortillas en sí. Y al final con las tortillas pasa lo mismo que con el sazonador: encontrar unas que tengan los ingredientes que os digo debajo es como encontrar una aguja en un pajar, o a precio de oro…

Mis favoritas son las de maíz 100%, pero vi varias recetas en las que advertían de que se rompen muy fácilmente, de modo que me probé a hacerlas mitad trigo mitad maíz, y quedaron perfectas!

Os dejo por aquí la receta y truquitos para que os animéis.


Ingredientes
(para 12-15 tortillas, en función del tamaño):

  • 200 gr de harina de maíz precocido (la tienen en mercadona, aunque la marca más típica es la “P.A.N”; ojo, no sirven ni maizena ni polenta ni ningún otro tipo de harina que no sea la que indico)
  • 200 gr de harina de trigo (integral o blanca)
  • 300-400 ml de agua (luego os cuento por qué 300 o 400)
  • 60-75 ml de aceite de oliva (unas 5 cucharadas soperas)
  • 1 cucharadita de sal

Preparación:

Comenzamos mezclando las harinas en un cuenco amplio con una cuchara o tenedor.

Agregamos el aceite y mezclamos también.

Calentamos los 400 ml de agua (microondas o cazo) hasta que esté templadita (NO hirviendo, ojo) y disolvemos en ella la sal.

Vertemos la mitad del agua en el cuenco de las harinas y removemos bien. Vertemos un poco más de agua y mezclamos en este caso ya con las manos, aunque os pueda dar grimilla es la única forma de que quede bien!

Únicamente utilizaremos todo el agua si, al poner más o menos 300 ml, vemos que la mezcla queda muy seca y que no podemos formar una bola como la de la foto inferior.

Formamos bolitas del tamaño de una pelota de golf o un albaricoque, o bien mas grandes en función de si quereis que sean como de taco o como de burrito.

Dejamos reposar las bolitas media hora.

Pasado ese tiempo (no os esperéis mas porque se secan), las vamos a aplastar. Para ello, el método casero mas sencillo y eficaz es poner una bola entre dos papeles de horno y aplastarla con ayuda de la bandeja del horno o bien con un rodillo. La ventaja de de hacerlo con la bandeja es que quedan redondas perfectas, pero también más gruesas… Debemos aspirar a un grosor muy muy fino, tipo 2 milímetros máximo!

Una vez las tenemos aplastadas (todas o parte de ellas; yo suelo empezar a cocinarlas mientras voy aplastando las demás, para tardar menos), ya podemos ir cocinándolas en la sartén, previamente caliente a fuego fuerte. Dejaremos las tortillas 1 minuto por cada lado (cuando llevéis varias, bajad el fuego porque si no se quemarán enseguida). Las pasamos a un plato cubierto con un trapito para mantenerlas bien calientes.

➡ Podemos hacerlas con antelación, pero en ese caso deberemos hacerlas de principio a fin (es decir, no la masa y luego la formación y cocción de las tortillas en si). Se conservan bien en una bolsita o plato tapado unos 4 días en la nevera.

➡ También podemos congelarlas ya hechas, os recomiendo separarlas entre si por papel de horno y asi no tendréis ni que descongelarlas cuando queráis usarlas!

Costillas (en horno y en Crockpot)

Hola amig@s!

Los que me conocéis sabéis que no soy muy de carne roja, incluidas costillas y demás. Trato de reducir su consumo tanto por motivos medioambientales como de salud (de esto ya os he hablado en múltiples ocasiones), de modo que cuando las consumimos nos aseguramos de que realmente valga la pena…

Cuando me regalaron mi Crockpot, leí que las costillas eran la primera cosa que recomendaban cocinar en ella, pues el resultado era supuestamente increíble en comparación con otras formas de cocinado… Total, que a ello me puse y os lo puedo confirmar: IN-CRE-I-BLE. Para invitar a gente y dejarles extasiados con su sabor y su textura, os lo prometo!

NOTA: os dejo indicaciones también para hacerlas en el horno, que salen riquísimas ojo, pero la textura «que se deshace» sólo se consigue del todo con la Crockpot, sorry 😉 .

Ya veréis qué fácil!

Ingredientes (para 2-4 raciones):

  • 2 costillares de cerdo (calculad unos 400 gr por persona, ya que la mayor parte es hueso!)
  • 4 patatas
  • 2 cucharadas soperas de mostaza
  • 2 cucharadas soperas de miel
  • 1 cucharada sopera de hierbas provenzales secas (las que queráis, tipo orégano, tomillo, romero…)
  • pizca de sal
  • pimienta al gusto
  • si las hacemos en el horno: 1 chorro de vino blanco

Preparación:

Si vamos a hacerlas en el horno, lo precalentamos a 180 grados con calor arriba y abajo.

Lavamos las patatas y las cortamos en 4 trozos. Las ponemos en la Crockpot o en una fuente apta para horno grande.

Colocamos los costillares en la Crockpot/fuente tal cual o cortados en 2 para que quepan mejor.

En un cuenco, mezclamos todos los ingredientes de la salsa (todos los del listado excepto las patatas y las costillas, fijaos que os indico que si las vais a hacer en el horno debéis agregar un chorro generoso de vino).

Embadurnamos cada costillar con cucharadas de la salsa.

Dejamos cocinar:

  • 5 horas en alta (Crockpot)
  • 1 hora y media (horno).

Listas para disfrutar – no olvidéis poner servilletas de papel, os vais a chupar los dedos sí o sí!!!

Crumble de fruta (con y sin Crockpot)

Hola amig@s!

Habéis probado alguna vez el delicioso postre llamado crumble? Su nombre (en inglés) tiene que ver con “migas”, y es que se trata de un postre horneado que tiene una capa de fruta asada cubierta de otra capa crujiente en formato migas ADICTIVA.

Es súper fácil de hacer, básicamente hay que poner la fruta troceada en el fondo de una fuente, cubrirla con la capa de miguitas y hornearla 45 min (o 3 horas en Crockpot).

Pero vayamos “por capas”…

Sobre la capa de frutas

Lo más frecuente es que el crumble sea de manzana, pero realmente se puede hacer con muchas otras frutas. Quedan genial también pera, melocotón, albaricoque, cualquier fruto rojo (fresas, frambuesas, arándanos), ruibarbo si encontráis… No quedan bien frutas tipo melón, sandía, kiwi…

Sobre la capa de migas crujientes

Esta capa tiene fundamentalmente harina normal, mantequilla y azúcar en su receta original, pero ya sabéis que me gusta darle una vuelta saludable a las recetas y, si salen bien, compartirlas con vosotros. En este caso, mantengo la mantequilla (que no tiene nada de malo) y parte del azúcar (poniendo un poco menos de lo tradicional, pero es necesario ponerlo en lugar de otro endulzante ya que de lo contrario no se forma la costrita). En cuanto a la harina, emplearemos harina integral (la que tengáis, incluso copos de avena triturados).

➡ Os recomiendo servir el crumbe templado (solo o con bola de helado de vainilla, si es este casero mejor que mejor!) o incluso frio. Lo probé recién salido del horno y no estaba tan delicioso como al día siguiente, así que tomad nota jejeje.

Ingredientes (para 4 raciones):

Para la capa de fruta:

  • Unos 400 gr de la fruta escogida manzana, pera, melocotón, albaricoque, cualquier fruto rojo (fresas, frambuesas, arándanos), ruibarbo si encontráis
  • 100-150 ml de zumo de naranja (mejor natural)
  • 2 cucharadas soperas de maizena o equivalente (algún espesante instantáneo)
  • 60-70 gr de miel, sirope de arce o agave, o mejor aún, de crema/caramelo de dátil (solo hay que triturar 35 gr de dátiles deshuesados con 35 gr de agua hirviendo)

Para la capa de migas crujientes:

  • 100 gr copos de avena (podéis poner mitad avena mitad harina de almendras, para darle mas proteína, o incluso emplear cualquier harina integral, con o sin gluten)
  • 50 gr de mantequilla (es importante que este fría, de la nevera)
  • 40 gr de azúcar (si queréis, puede ser azúcar de coco, pero tiene que ser azúcar granulada, o sirven otros endulzantes porque si no no queda crujiente y doradita esta capa)
  • Media cucharadita de canela (o una, si te gusta mucho)
  • Pizquita de sal

Preparación:

Si vamos a hornear el crumble, precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Si usaremos Crockpot, no hacemos nada.

Para la capa de frutas, pelamos y cortamos la fruta (en caso de requerirlo) y la colocamos en al fondo de una fuente apta para horno – mejor que sea una fuente amplia, o en la Crockpot.

Hacemos el zumo y diluimos en el la maizena con un tenedor hasta que no haya grumos. Agregamos también el endulzante liquido escogido y removemos. Vertemos esta mezcla en la fuente de horno/Crockpot y removemos bien para de forma que haya zumo por toda la fruta.

Para la capa de migas crujientes, cortamos la mantequilla en trocitos más pequeños y mezclamos (a mano o a golpecitos de trituradora) todos los ingredientes hasta que quede una mezcla pastosilla. Vertemos esta mezcla en la fuente de horno/Crockpot, cubriendo toda la fruta.

  • Para horno: metemos en el horno durante 45 minutos a media altura, y dejamos otros 5 minutos más con el gratinador (o si no tienes, subes la bandeja arriba y dejas a 250 grados) para que se dore bien la parte superior.
  • Para Crockpot, dejamos 3 horas en alta, poniendo un paño de cocina antes de cerrarla para que absorba el vapor y las migas queden crujientes. Si lo queréis más crujiente aún (o se os ha olvidado lo del paño), podéis meter la Crockpot en el horno 5 minutos con el grill para que se dore la parte superior.

Listo!

Chipirones a la mallorquina (con y sin Crockpot)

RECETA REEDITADA

Buenos días a todos!

Tras pasar un ma-ra-vi-llo-so fin de semana en Madrid (primera vez desde febrero…), y tras hablar con varias personas sobre la Crockpot (te dejo aquí el link por si no sabes lo que es), he decidido dedicar la semana a recetas que se pueden hacer con (y sin) ella. Porque una de las mil ventajas de la Crockpot es que te evita los calores de horno y vitro, y te da los mismos manjares! Por ejemplo, puedes hacer unas costillas, un crumble de manzana o un pan en pleno verano SIN ENCENDER EL HORNO!

Así que hoy empiezo. Y no empiezo con cualquier cosa… empiezo con un recetón: la de la foto que encabeza siempre el blog!

Son unos chipirones que aprendí hace años en Mallorca, donde veraneo desde siempre. Si recordáis el arros brut, es parecido de sabor, deliciosísimo!!!

Vamos allá!!!

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 1 kg de calamares o chipirones (sirven congelados)
  • 1 trozo de sobrasada de unos 3cm (podéis hacer la versión casera vegetal siguiendo esta receta; o bien poned 1 cucharadita de pimentón)
  • 2 cebollas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 tomate, o salsa de tomate frito
  • 1 puñadito de perejil (opcional)
  • 1 chorro de vino blanco
  • especias (la clave): en teoría son una mezcla de canela, clavo, pimienta negra, pimienta de jamaica y nuez moscada; en mi caso puse sólo pimienta negra y nuez moscada
  • agua
  • sal
  • aceite de oliva

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Pollo en salsa de ciruelas (con y sin Crockpot)

Muy buenos días!!!

Hay que ver lo versátiles que son las frutas desecadas! Si bien no me gustan “a palo seco” a modo chucherías, en combinación con boles de yogur y fruta, o como endulzantes para postres me requetechiflan!

Pero es que además… sabíais que quedan genial con carnes??? Seguramente os hayáis fijado que son relleno habitual de pavos de navidad, por ejemplo. Pues bien, hoy os voy a enseñar cómo hacer una carne en salsa de ciruelas que os vais a chupar los dedos! Es sencillísima y podéis emplear tanto pollo con hueso como cualquier solomillo (cerdo, pavo), y como fruta podéis hacerla con orejones, pasas o higos secos, delicioso igualmente!

No me enrollo más y os dejo con la receta, con indicaciones para cazuela y para Crockpot.

Ingredientes (para 4 raciones)

  • 8 muslitos/ jamoncitos de pollo o 6 contramuslos – en ambos casos, sin piel (si la tienen se la retiramos) – podría ser también un solomillo de cerdo o pavo
  • un puñado de ciruelas secas (unas 10)
  • media cebolla grande
  • media cucharadita de sal
  • un chorro de vino blanco
  • si lo vamos a cocinar en cazuela: 1 vaso de agua, y aceite de oliva

Preparación:

En cazuela:

En una cazuela u olla express ponemos un chorrito de aceite a calentar a fuego fuerte y doramos el pollo por todas sus caras.

Troceamos la cebolla y la pochamos en esa misma cazuela u olla express con un chorrito más de aceite y la sal, a fuego medio 7 minutos.

Agregamos el vino y dejamos que se evapore el alcohol dejándolo a fuego fuerte 2 minutos.

Reintroducimos el pollo en la cazuela, así como las ciruelas secas. Cubrimos con agua (no hace falta que se cubra del todo, pues corremos el riesgo que se la salsa quede demasiado líquida y sosa).

Dejamos que cocine tapado a fuego suave unos 25-30 minutos (cazuela normal) o 15 (olla express).

En CrockPot:

Colocamos todos los ingredientes en la CrockPot, siendo el último el pollo. Programamos 3 horas en alta.

Lo hayamos hecho con cazuela o con crockpot, trituramos la salsa con una batidora para que quede súper cremosa y la volvemos a meter con el pollo.

Listo!

➡ Servimos con arroz blanco, patata asada o puré de patata.

Biscuit (helado cremoso) de higos

Hola lector@s!

Recuerdo perfectamente la primera vez que probé el biscuit de higos. Fue en un restaurante en Mallorca al que solemos acudir varias veces cada verano porque es realmente agradable (un patio interior mallorquín tradicional lleno de plantas), porque nos conocen de toda la vida y porque la comida es espectacular. Cada vez que voy me pido lo mismo: bacalao confitado con tumbet (una especie de pisto pero con patata, típico de la isla) y de postre este biscuit. Por si os interesa, os dejo aquí el link del restaurante, que se llama Sa Gruta Nova.

Me sorprendió el biscuit porque no soy gran fan de los helados muy muy fríos, y el biscuit tiene la particularidad frente al helado de que queda cremoso, menos frío y sólido.

Poniéndonos en plan cocinero profesional, esta diferencia de textura se debe a su forma preparación y algunos ingredientes distintos (por ejemplo, el hecho de que pongan la yema de huevo en frío o al fuego influye, al parecer), pero como yo no le pongo ninguno de los ingredientes típicos de los helados no os voy a aburrir con todos estos detalles. El caso es que, siguiendo la forma de preparación del helado de vainilla que tantísimo éxito ha tenido, se me ocurrió aplicarla y crear un helado de higos. Sin esperarlo, me encontré con el biscuit que taaaanto disfruto cada verano, de modo que aquí lo tenéis!!!

Ingredientes (para 6 raciones generosas):

  • 200 gr de higos secos
  • 400 ml de leche de coco (las latas habituales tienen esa cantidad)
  • 250 ml de yogur natural sin endulzar (equivale a 2 yogures, griegos o normales)
  • 80 gr de caramelo de dátiles (se hace triturando 40 gr de dátiles (peso sin hueso) con 40 ml de agua hirviendo) – podéis hacerlo con pasas, si preferís
  • 1 cucharada sopera de mantequilla de anacardos (o bien 2 cucharadas de anacardos remojados previamente 4 horas; podéis prescindir de este ingrediente, pero le da un muy buen toque)

Preparación:

Si no tenemos el caramelo de dátil/pasas hecho, empezamos por ello. Como indicaba en el listado de ingredientes, simplemente debemos triturar nuestros dátiles deshuesados (o pasas) con el mismo peso de agua hirviendo hasta que quede una crema.

Agregamos los demás ingredientes del listado a la batidora y trituramos todo hasta obtener una crema homogénea. Personalmente, me gusta dejar trocitos de higo en modo grumillo, ya que luego hace ilusión encontrárselos jejeje.

Distribuimos esta mezcla en hieleras o moldes de minimagdalenas y metemos en el congelador un minimo de 4 horas.

Cuando vayamos a tomarnos nuestro biscuit, trituramos estos cubitos para obtener la cremosidad que buscamos, y listo!!!

➡ Si os sobra, podéis congelarlo de nuevo, pero recordad triturarlo antes de servir para que quede verdaderamente cremoso!

➡ Es un helado bastante sabroso, por lo que no lo veo como para acompañar otros postres. Es delicioso tal cual, o con unas nueces por encima.

Pasta con sardinillas y alcaparras (fría o caliente)

Muy buenos días lectores una semanita más!

La semana pasada os tuve bien ocupados con mis “especiales verano”, que espero que os hayan inspirado para vuestras comidas y cenas de estos meses. Ya estemos de vacaciones, trabajando, en casa, fuera o donde sea, comer hay que comer, el tiempo es el que es y las ganas de comer son las que son, así que mucho mejor nos irá si lo hacemos planificado, rico y saludable, no os parece???

Pasando a la receta de hoy… No puede ser más fácil y rápida – sólo hay que encender el fuego para cocer la pasta! Y tiene la ventaja de que podemos tomarla fría (tipo ensalada de pasta) o caliente (como una pasta normal), así que es candidata perfecta para este verano 🙂 .

Por cierto, os dejo aquí otra receta de pasta con sardinas y tomates secos que está deliciosa también.

Vamos allá!

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 300-350 gr de pasta (nutricionalmente es mejor integral)
  • 2 latas de sardinillas en aceite de oliva (o unas 6 sardinas en aceite caseras) – con parte de su líquido
  • 2-3 cucharadas soperas de alcaparras
  • 1 cucharadita de romero, tomillo u orégano
  • Media cucharadita de sal
  • Opcional: ralladura de medio limón
  • Opcional: cayena picada o copos de chile

Preparación:

Comenzamos cociendo la pasta en abundante agua hirviendo durante el tiempo que indique en envase de pasta.

Mientras, tomamos un bol y mezclamos con un tenedor todos los demás ingredientes de la receta, machacándolos un poco.

Cuando la pasta esté cocida, la escurrimos y la devolvemos a la cazuela. Vertemos en ella la salsa y removemos sobre el fuego pero apagado, para aprovechar el calor residual.

Lista!!!

Palomitas caseras (2 opciones: saladas y chocolateadas)

Hola querid@s!!!

Imagino que si has hecho click en esta receta es porque te gustan las palomitas… aunque quizá te preguntes qué necesidad hay de hacer un post sobre ellas, si no dan mucho de sí! Jejeje

Pues bien, a través de este post vas a aprender:

  • Que las palomitas que venden listas para microondas están plagadas de porquerías que es mejor evitar (grasas chunguísimas fundamentalmente)
  • Que las puedes hacer tú mism@ en el microondas con el mismo (nulo) esfuerzo si tienes un estuche de vapor – o en una cazuela
  • Que la versión dulce chocolateada está también al alcance de tus manos, y que es más fácil imposible!

Te he convencido? Pues acompáñame!!!

Ingredientes (para unas 2-4 personas, en función del ansia jejeje):

  • 125 gr de maíz para palomitas
  • aceite de oliva
  • Para la versión chocolateada: 70-100 gr de chocolate de tableta a vuestro gusto (cuanto más negro más saludable, pero como queráis) – luego entenderéis por qué os pongo un rango tan amplio de cantidad de chocolate
  • Para la versión salada: pizca de sal

Preparación:

Colocamos el maíz en el estuche de vapor o cazuela y lo embadurnamos ligeramente con aceite de oliva.

  • Si las hacemos en estuche de vapor, programaremos 4-5 minutos y estarán listas.
  • Si las hacemos en cazuela, la taparemos y dejaremos a fuego medio hasta que veamos que van estallando todas (abrimos de vez en cuando y removemos para que no se quemen las de debajo).


Una vez tengamos las palomitas hechas, separamos la parte que queramos hacer salada de la que queramos hacer chocolateada.

Vamos con la chocolateada.

Importante: la proporción chocolate-palomitas es más o menos 1×1, es decir, si decidimos hacer dulces la mitad de las palomitas de la receta deberemos emplear 70 gr de chocolate aprox.

Derretimos el chocolate poniéndolo en un cuenco o vaso en el microondas 1 minuto. Removemos y probablemente ya esté derretido; si no, lo metemos en tandas de 20 segundos hasta que lo esté.

Pasamos las palomitas que queramos chocolatear a un bol grande y vertemos el chocolate derretido sobre ellas, removiendo bien para que se impregnen. Metemos en la nevera 1 hora aprox para que endurezca el chocolate de nuevo, y listas!

Para la parte que queramos dejar saladas (si es que queremos), simplemente ponemos la sal por encima.

A disfrutar!

➡ Las palomitas de chocolate pringan un poco aunque vengan de la nevera, tenedlo en cuenta simplemente! Pero os aseguro que el pringue vale la pena 😂