Buenas tardes!!!
Hoy os presento mi primer puré en este blog… El otro día leyendo un libro de cocina de hace tiempo me paré a pensar y dije ¿qué fue de los purés de verduras? Últimamente no paramos de ver recetas de cremas y más cremas, todo es en crema, y yo la primera! En realidad, cremas y purés son prácticamente idénticos, aunque se diferencian en que las primeras llevan algún tipo de lácteo y son más líquidas, mientras que los purés no lo llevan y son más espesos.
Sinceramente creo que el término «puré» se ha ido abandonando en los últimos años porque a mucha gente le recuerda a la comida de colegio, de hospital o de cualquier sitio no famoso por sus artes culinarias… El que hoy os muestro, más bueno y nutritivo no puede ser! Ya sabéis que las legumbres deben estar muy presentes en nuestra alimentación, todas las semanas deberíamos tomarlas como mínimo mínimo una vez.
Las lentejas amarillas, si bien no son de las más habituales, se encuentran en todos los supermercados. Vienen normalmente sin piel, o es tan tan fina, que tienen la ventaja de que no necesitan remojo previo. Esta cualidad también las hace más útiles para consumir en puré o hummus, ya que de otra forma son tan finitas que podrían rompérsenos.
Esta receta la preparé en mi nueva Crockpot, de la que os hablaré próximamente, pero como soy consciente de que es muy raro que tengáis este utensilio en casa os indico cómo prepararla de forma tradicional, y en thermomix por supuesto 😉 .
Ingredientes (para 6 personas):
- 350 gr de lentejas amarillas
- 1 zanahoria
- 1 cebolla mediana
- 1 tomate
- especias al gusto (opcional): comino, cayena, pimienta, cúrcuma…
- aceite de oliva
- agua
- sal





