RECETA REEDITADA
Buenos días lectores!
Nunca hubiese pensado que las alcachofas quedaban bien en crema… no sé bien por qué tenía ese prejuicio, ya que me encantan en general, tanto a la brasa como con salsita de cebolla y jamón o gambas, en risotto, soufflé o lasagna… Pero en crema se me hacía raro!
Mi cambio de perspectiva se produjo hace unos años, al probar una crema de alcachofas en el restaurante Fortnum&Mason en Londres (que os recomiendo muchísimo!), me pareció ESPECTACULAR y decidí que la probaría lo antes posible.
Me encanta porque es súper suave, fácil de hacer (NO OS PERDÁIS EL TRUCO FACILITADOR DE ESTA RECETA), y además nos aporta todos los beneficios de las alcachofas, que no son pocos dados los nutrientes que contiene:
- Ayuda a digerir las grasas
- Reduce el colesterol y triglicéridos
- Es diurética (por tanto depurativa, ayuda a expulsar toxinas, y previene problemas de riñón)
- Al tener bastante fibra, regula nuestro tránsito y además nos ayuda a tener menos hambre
Ingredientes (para 6 raciones):
- 2 paquetes de alcachofas congeladas, 800- 900 gr en total – este es EL truco de la receta:
- si las compramos frescas habrá que limpiarlas, lo cual es tan engorroso que nos puede disuadir de hacer la receta, y además siempre quedarán fibras que no querremos encontrar en nuestra crema!
- si no os he convencido, simplemente limpiad las alcachofas quitando las partes más duras y al final de la receta, después de triturar la crema, coladla (con colador chino o pasapurés)
- si queréis podéis utilizar alcachofas en conserva, aunque no me gusta mucho el sabor que deja el líquido de conservación
- 1 cebolla grande o puerro
- 1-2 patatas medianas
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- agua
- opcional: 100 g de piñones o almendras tostadas para poner por encima