Crema de lentejas y tomate

Hola amig@s, empezamos nuevo mes, nada menos que Noviembre ya!

Hace unas semanas pasamos unos días en Mallorca. Veraneo en la isla desde que nací, por lo que le tengo un cariño súper especial… Ir en una estación distinta del verano te hace descubrir una cara de la isla que no tiene nada que ver: montana, campo, interior, paseos urbanos, pueblecitos preciosos… y los restaurantes en ellos escondidos…

En uno de estos restaurantes (prefiero no dar el nombre porque no estuvimos contentos con el trato) nos sirvieron una crema que, nada más probarla, supe que tenía que replicarla en casa… Madre mía, qué sabores más intensos, y qué reconfortante para estas épocas del año!!!

Además es súper nutritiva, se hace en un pispas, solamente hay que juntar los ingredientes, esperar y triturar, sin sofritos previos ni nada!

Ingredientes (para 4 raciones generosas):

  • 200 gr de lentejas rojas o amarillas (os recomiendo estas porque no requieren remojo, pero podéis poner lentejas normales, habiéndolas dejado en remojo unas 10 horas)
  • 1 lata de tomate entero pelado (400 gr aprox)
  • 1 cebolla
  • 2 tallos de apio
  • 1 zanahoria
  • Opcional: 1 pechuga de pollo entera – queda genial ponerla laminada sobre la crema; además, de este modo tenemos un plato único súper completo y saciante!
  • Opcional: 100 ml de nata de cocinar, o de leche evaporada tipo “ideal”
  • 1 cucharadita de sal
  • Agua (luego veremos cantidad)

Preparación:

Simplemente debemos juntar todos los ingredientes (incluida la pechuga de pollo entera) en una cazuela, olla express, thermomix o Crockpot, cubrir todo con agua 2 dedos por encima, y dejarlos cocinar tapados:

  • Cazuela: 30-40 minutos, hasta que todo esté tierno
  • Olla express: 20 minutos (ya sabéis que el tiempo cuenta desde que suben todos los aros, momento en el cual debemos bajar a fuego medio)
  • Thermomix: si vais a añadir el pollo, lo pondría salpimentado en el recipiente varoma; en cualquier caso, programaríamos 30 minutos temperatura varoma velocidad 1.
  • Crockpot: 6 horas en baja.

Transcurrido ese tiempo, sacamos la pechuga y trituramos todo lo demás hasta obtener una textura súper cremosa.

Laminamos el pollo y lo reservamos para servir sobre la crema en cada plato (como en la foto inicial).

Listo!

➡ Veréis que espesa con el paso del tiempo. Si os parece demasiado espesa, poned más agua y corregid de sal.

➡ Como todas las cremas, se conserva unos 4 días en la nevera, y se puede congelar (aunque para tener la textura cremosa de siempre deberemos calentarla en un cazo, o bien triturarla de nuevo una vez descongelada)

Espinacas a la crema

Hola chicos!!!

Hoy vengo con una receta de las de toda la vida, de esas que cuando las preparo pienso: “por qué no las hago con más frecuencia con lo ricas que están???”…

Aparte de que es un plato muy saludable (ya veréis que no pongo excesiva harina ni grasa, las protagonistas son las espinacas!), es muy cómodo porque recalienta a la perfección, y sólo tienes que acompañarlo de un huevo frito o un filete o similar para tener un plato único riquísimo!

Las suelo hacer en thermomix porque salen fenomenal (son de esas recetas de 10 de thermomix!), pero os pongo las 2 versiones 🙂 .

Ingredientes (4 raciones):

  • 350-500 gr de espinacas frescas o congeladas (si son congeladas, las descongelamos en el micro y las escurrimos bien antes de empezar) – también serviría kale
  • 25-30 gr de aceite de oliva
  • media cucharadita de sal
  • 2-3 cucharadas generosas de harina (mejor integral)
  • 500 ml de leche aprox
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada
  • Pimienta
  • opcional (si lo gratinamos): queso parmesano rallado

Seguir leyendo…

Brownie de chocolate saludable (pero contundente!)

Muy buenos días queridos lectores !

Ya sabéis que no soy especialmente fan de la llamada “repostería saludable”. Y es que, o bien, me decepciona su sabor o textura, o bien es una bomba de azúcares y grasas (por muy saludables que sean, tipo dátiles o mantequillas de frutos secos, respectivamente, no conviene abusar), y además porque al creernos que es saludable, tenemos tendencia a comer más

Por ello en este blog, en la sección «Desayunos y postres», únicamente encontraréis recetas que, si digo que son saludables, lo son de verdad, están ricas y las podemos comer con moderación sin estar afectando a nuestra salud.

En el caso del brownie (del que tengo receta tradicional deliciosa desde hace años, os la enlazo aquí), había visto mil recetas con todo tipo de ingredientes variados, pero ninguna me convencía. Hasta que di con esta, que es una adaptación del bizcocho de chocolate con calabacín de Fabián de Masterchef.

SI, LLEVA CALABACIN. NO, NO SE NOTA ABSOLUTAMENTE NADA.

Y qué pinta un calabacín en un plato dulce? Pues muy sencillo: sin aportar sabor, aporta una jugosidad inmensa y volumen que de otra forma tendríamos que suplir con más harina o grasa, aparte de que estamos introduciendo verdura (con su fibra, vitaminas y minerales) a tope!

CREEDME, DE VERDAD, mi marido a día de hoy no sabe que el brownie que tanto le gusto llevaba 1 calabacín entero jejeje.

Ingredientes (para 1 molde alargado normal, de los de 24cm):

  • 1 calabacín mediano (aprox 300 gr)
  • 40 gr de cacao puro en polvo (no nesquik, sino el 100% cacao)
  • 110 gr de dátiles, azúcar, algún sirope o miel, o una mezcla de varios
  • 200 gr de harina (mejor integral, incluso copos de avena sirven)
  • 3 huevos medianos
  • 10 gr de levadura tipo Royal (impulsor)
  • 50 gr de mantequilla derretida o de aceite de oliva suave
  • pizca de sal
  • pizca de canela
  • opcionales: 2-3 onzas de chocolate y unas cuantas nueces u otro fruto seco

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.

Comenzamos lavando el calabacín, troceándolo en 5 y triturándolo en una picadora o thermomix (3 segundos velocidad 5-6) hasta que esté rallado. También podríamos rallarlo con un rallador grueso.

Si vamos a emplear dátiles como endulzante, los trituramos también junto con el calabacín.

Agregamos todos los demás ingredientes de la receta (excepto los opcionales) y trituramos bien con batidora (en Thermomix, 10 segundos a velocidad 5) o a mano con unas varillas.

Tomamos un molde alargado y lo forramos con papel de horno. Si no tenéis, podéis engrasarlo con mantequilla o aceite. Si vuestro molde es de silicona, no hace falta hacer nada.

Ahora es el momento de meter en el bizcocho los ingredientes opcionales, si asi lo deseamos. En ese caso trocearíamos con las manos o con un cuchillo el chocolate y las nueces. La idea es encontrarse trocitos ni muy grandes ni muy pequenos. Los ponemos por encima hundiéndolos un poco como veis en la foto.

Metemos en el horno a media altura y dejamos 40 minutos. Comprobamos si esta hecho metiendo un cuchillo por el centro: si sale limpio, sacamos el bizcocho del horno; si sale manchado, lo dejamos 10 minutos mas o lo que necesite para salir limpio o casi limpio.

Sacamos del horno y dejamos reposar antes de desmoldarlo. Cuando esté templado ya podremos desmoldarlo sin problema.

Listo!

Pan en Crockpot

Buenos días lector@s!

Este fin de semana presumía en Instagram de mi súper pan hecho en Crockpot… Y es que estoy absolutamente entusiasmada!!! Si me preguntasen por mis 5 recetas favoritas en Crockpot, el pan estaría sin duda entre ellas, ya que me parece un ahorro de tiempo y un resultado brutales!

➡ No sabes lo que es una Crockpot? No te preocupes! Te dejo aquí el link al post donde lo explicaba todo sobre ella.

Sigo…

Y cuál es la gracia de hacer el pan en olla lenta? Pues que te evitas los tiempos de levado, ya que la Crockpot, al calentarse taaan lenta y progresivamente, los hace por ti!

Es decir, mientras que en una receta normal de pan (ni hablamos de masa madre) hay que amasar, dejar levar 2 horas y hornear otra hora a 2 temperaturas y modos distintos, en la olla lenta solamente hay que amasar y dejar que la Crockpot haga el resto durante 2 horas! A veces amaso el pan mientras recogemos la comida del sábado, meto la masa en la Crockpot, y para la merienda podemos disfrutar ya de nuestras tostadas caseras! No es genial???

Pues vamos allá!

Ingredientes:

Preparación:

Comenzamos templando el agua, ya que no debe estar muy fría pero tampoco hirviendo. Unos 40 segundos de microondas estarían bien.

En un bol o en la thermomix, ponemos todos los ingredientes que hayamos escogido. Amasamos a mano 10 minutos, o bien 2 minutos a velocidad espiga si es en thermomix.

Pasamos esta masa a la Crockpot (os recomiendo manipularla con las manos mojadas, ya que es pegajosa hasta hacerte perder los nervios jejeje) y, si queremos darle un toque muy profesional al resultado, espolvoreamos harina o copos de avena por encima, o unas pipas. No os preocupéis si la masa es completamente deforme o tiene picos, luego con la cocción se aplana.

Antes de cerrar la Crockpot, ponemos entre la tapa y el borde de la olla un trapo/paño de cocina y ya sí que cerramos nuestra Crockpot. Esto es importante, ya que de otro modo el vapor que se genera al cocinarse caería sobre el pan y lo dejaría mojado por arriba…

Lo dejamos cocinar 1 hora y 45 minutos en Alta.

Cuando falten 5 minutos para terminar esa 1.45h, encendemos el horno tradicional a 200 grados con calor arriba y abajo.

Metemos en el horno la Crockpot SIN TAPA con el pan ya casi cocinado y lo dejamos 15 minutos para que se forme la corteza crujiente. OJO, si os da igual o preferís que no tenga corteza crujiente (que quede tipo pan de molde, que puede ser interesante si tenéis niños pequeñitos) simplemente dejad que termine de cocinarse esos 15 minutos en la Crockpot (osea 2 horas en total y listo).

Sacamos la Crockpot del horno y dejamos que el pan repose sobre una rejilla.

Bonus: CONSEJILLOS EXTRA

➡ No debemos cortarlo hasta que esté lo suficientemente frio como para poder manipularlo sin quemarnos en absoluto (mínimo 15 minutos). No os precipitéis, ya que ese reposo termina de cocer el pan y además puede sentaros mal al estómago!

➡ Dura tierno 4 días aproximadamente.

➡ Suelo guardarlo en la nevera cortado en rebanadas dentro de una bolsa de tela. También podéis guardarlo entero y/o dejarlo fuera de la nevera.

➡ Podéis congelarlo cortado en rebanadas. De este modo, cuando queráis emplearlo solo habrá que sacar la rebanada y ponerla al tostador directamente!

Pastel gratinado de sardinillas y ricotta

Hola amig@s!

Siempre hemos oído lo buenísimo que es para la salud el pescado azul (salmón, atún, boquerón/anchoa, caballa, salmonete, pez espada, sardinas). Que si tiene mucho omega 3, que si su proteína es de fantástica calidad, que si tienen también calcio… Pero luego nos vienen con el tema de los metales pesados, que abundan en la mayoría de estos peces, y entonces nos armamos un lio en la cabeza que no sabemos por dónde salir!

Todo lo anterior es cierto, tanto lo bueno como lo malo, pero hay un pescado que tiene solamente la parte buena, y que encima es baratísimo: las sardinas!

Su época perfecta es primavera-verano, de modo que tenemos muchos meses para disfrutar de ellas (aunque las de lata siempre están y son igualmente deliciosas!). Personalmente soy muy fan de las sardinas, tanto en su versión enlatada como en su versión fresca.

Quizá penséis: y qué hago con sardinas? Pues bien, si solo se te ocurre tomarlas a modo aperitivo con unas tostas, te dejo aquí enlazadas un montón de recetas que he hecho con ellas, todas ellas súper apetecibles!!! Desde empanadas hasta distintos platos de pasta y ensaladas, todos ellos deliciosos!

Pues bien, hoy añado una más al listado, un pastel/gratén que he repetido ya en dos ocasiones y que ha triunfado tanto en mi casa como en vacaciones con toda mi familia. Es delicioso y facilísimo de hacer, probadlo calentito y frio, os prometo que os va a enamorar!!!

Ingredientes (para un pastel de 4 raciones):

  • 3 latas de sardinas/sardinillas (unas 4 sardinillas por persona)
  • 1 calabacín mediano
  • 1 tarrina de queso ricotta (aprox 400 gr, podría ponerse otro queso pero no he probado, con este os garantizo que queda perfecto)
  • 2 dientes de ajo
  • 3 cucharadas soperas de pan rallado y otra para poner por encima
  • 2 cucharadas soperas de queso parmesano/grana padano rallado y otras 2 para poner por encima
  • 1 cucharadita de orégano u otra hierba del estilo
  • Opcional (si queréis que quede más terso, menos pastoso) – 2 huevos
  • NADA DE SAL (las sardinas y el parmesano son súper salados ya)

Preparación:

Precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo.

Antes de empezar, os propongo 2 formatos distintos:

  • uno es a modo pastel, todo mezclado,
  • y el otro es a modo gratén, poniendo las sardinillas en la base y cubriéndolas con la mezcla de queso y demás, formando capas.

La única diferencia en cuanto a la ejecución es triturar o no las sardinas junto con los restantes ingredientes, de modo que escoged la que más os guste 🙂 . Yo he probado las 2 y me gustan por igual.

Pues bien, para esta receta lo único que tenemos que hacer es triturar con una batidora (o thermomix a velocidad 5-7 progresiva 30 segundos) todos los ingredientes del listado (excluyendo las sardinas, si optáis por el formato gratén).

En un molde alargado o redondo:

  • Formato gratén: disponemos la mitad de la mezcla de queso y demás. Ponemos por encima las sardinas, cubrimos con la otra mitad de mezcla de queso y espolvoreamos por encima el parmesano y el pan rallado que habíamos reservado.

  • Formato pastel: ponemos toda la mezcla en el molde y espolvoreamos por encima el parmesano y el pan rallado que habíamos reservado.


Metemos en el horno a media altura y dejamos cocinarse hasta que el pan esté doradito (aprox 30 minutos).

Y listo!

➡ Este pastel se puede comer tanto frio como caliente, está buenísimo de ambas formas.

➡ La guarnición que más me pega es una sencilla ensalada (verde, tomate y cebolla), ya que es bastante contundente.

➡ Se conserva sin problema 4 dias en la nevera. No recomiendo congelarlo, ya que el calabacin y el ricotta pierden liquido al descongelarse.

Banana bread

Hola amigos!!!

Por aquí os traigo la segunda receta de esta temporada!

Tengo que reconocer que esta receta no es nueva del todo, ya que hace 3 años compartí con vosotros mi primer banana bread, peeero como hace poquito lo he vuelto a preparar, he decidido reeditar la receta con las mejoras y compartirla de nuevo 🙂 .

Empecemos explicando su nombre, ya que puede llevar a confusión. Se llama banana bread, pero es en realidad un bizcocho y no un pan. No me preguntéis la razón de lo anterior, porque por más que la he buscado no la he encontrado jejeje.

Una cosa interesante de esta receta es que se prepara con plátanos muy maduros (de esos que ya no te apetece comerte y que podrían acabar en la basura), y gracias a los cuales el bizcocho apenas necesita que agreguemos azúcar/endulzante.

Otro punto a favor de mi receta respecto a los bizcochos tradicionales es que vamos a utilizar harina integral (yo os propongo de avena, que no es más que copos de avena triturados, pero puede ser de cualquier cereal!), y por tanto tiene más fibra y nutrientes.

Y es que, amig@s, no debemos olvidar que la repostería tradicional, casera o no, no es lo más saludable del mundo (sus ingredientes no aportan demasiado valor nutricional a nuestro cuerpo, y ya si tienen azúcar son incluso perjudiciales), y por tanto no está de más intentar retocar las recetas para que sean un poquito mejores desde el punto de vista nutricional.

Vamos allá!!!

Ingredientes (para 1 molde rectangular):

  • 2 plátanos medianos muy maduros
  • 2 huevos y 2 claras (o 4 huevos en total)
  • 3 dátiles grandes o 2 cucharadas soperas de azúcar
  • 120 gr de harina de avena (o copos de avena finos de los de porridge; ambos lo venden ya en la mayoría de supermercados, incluido mercadona), o bien cualquier otra harina integral
  • 1 cucharadita de levadura (impulsor, la royal de toda la vida) – opcional, simplemente considerad que si no lo ponemos quedará muy apelmazado
  • para decorar (opcional pero recomendable): 2 onzas de chocolate o unas cuantas pepitas, 2 nueces…

Continuar leyendo Banana bread

Crema fría de calabacín, yogur y hierbas (en 6 minutos!)

RECETA REEDITADA

Buenos días amig@s!

Hace apenas un año estuvimos de fin de semana en París… Madre mía, lo que han cambiado las cosas en este tiempo, ahora ir a París (que lo tenemos a 3 horas en coche de Luxemburgo) suena casi como imposible…

En dicho viaje, como en tantos otros, hice uno de mis planes preferidos que es entrar en alguna gran librería y rebuscar para acabar llevándome algún libro especial. En esta ocasión acabé no con uno sino con 2, ambos sobre recetas (sorprendente, eh? Jejeje).

De uno de ellos procede la receta que comparto hoy y que tanto disfrutamos el año pasado: se trataba de un libro de sopas y cremas, dividido por estaciones del año y con un diseño precioso.

Estoy segura de que os va a encantar la crema: es hipercremosa y fresquita a más no poder, tanto por la temperatura como por las hierbas que le vamos a añadir. Además, se prepara rapidísimo porque no hay que cocer los ingredientes! Probadla y me decís…

Ingredientes (para 4 raciones generosas):

  • 2-3 calabacines (700 gr – 1 kg)
  • 200-250 gr de yogur natural sin endulzar / queso fresco batido (2 yogures de tamaño normal)
  • Imprescindible: hierbas frescas a vuestro gusto y en abundancia (yo puse menta/hierbabuena, pero también admite otras como albahaca, cilantro, eneldo… os recomiendo elegir solamente una variedad)
  • media cucharadita de sal
  • agua (puede que no sea necesaria)

Preparación:

Antes de triturar todo y dejarlo enfriar, conviene que ablandemos ligeramente el calabacín, para que tenga una textura más sedosa y agradable y se digiera mejor.

Para ello, los lavamos (no es necesario pelarlos) y los cortamos en 5 trozos cada uno. Los hacemos al vapor en un estuche tipo Lekué (unos 5 minutos pueden ser suficientes), o bien los cocemos en abundante agua hirviendo con sal. Esta agua la podemos guardar para cuando trituremos todo.

Una vez ablandados los calabacines, los dejamos templar un ratito.

Después, los trituramos a tope (1 minuto a velocidad progresiva 10 en thermomix) con los demás ingredientes del listado. OJO, respecto al agua, empezad ni poniendo nada o bien poniendo muy poquita, ya que el calabacín contiene mucha agua y el yogur también aporta líquido. La idea es obtener una crema, valga la redundancia, muuuy cremosa!

Metemos en la nevera hasta que esté bien fresquita, y a disfrutar!!!

➡ Si os habéis decantado por ponerle albahaca, podéis servir la crema con parmesano espolvoreado por encima, o incluso en lascas, queda genial!

➡ Se conserva bien 4-5 días en la nevera.

 

Helado de chocolate (instantáneo y saludable)

Hola querid@s!

Maaaadre mía qué calor hace en todas partes, ni yo en Luxemburgo me libro!!!

El post de hoy es tan fácil que me da incluso vergüenza llamarlo receta jejeje.

No obstante, está tan rico y sorprende tanto al que lo prueba que he decidido publicarlo para inspiraros para vuestras meriendas veraniegas. De hecho, voy a incluirlo en el post recopilatorio de meriendas que compartí hace unos meses (os dejo el link por si os lo perdísteis).

Vamos al lio!

Ingredientes (para 2 raciones):

  • 3 plátanos congelados (no está de más tener siempre plátanos congelados – pelados y cortados en 2-3 y metidos en bolsita de plástico, sirven para helados y smoothies cremosos!)
  • 1 cucharada sopera de cacao puro en polvo (no nesquick ni colacao, esto es puro cacao, lo venden ya en cualquier supermercado)
  • Leche al gusto (ver debajo)
  • Opcional: 1 cucharada sopera de mantequilla de algún fruto seco o tahini
  • Para servir (opcional): nibs de cacao o pepitas de chocolate

Preparación:

Simplemente hay que triturar todos los ingredientes con una batidora hasta obtener una textura cremosa y homogénea de helado. Empezad poniendo muuuy poca leche (o nada) e id agregando si veis que lo necesita para quedar cremoso.

En thermomix, 10 segundos a velocidad 5, abrimos, bajamos lo que ha quedado por las paredes y volvemos a triturar 5 segundos a velocidad 10.

Servimos inmediatamente, espolvoreando si queremos nibs de cacao o pepitas de chocolate.

Sorbete de frambuesas con champán

Buenos días!!!

Hace tiempo (pre-covid, no me tachéis de insensata 😅) vinieron unos amigos a comer a casa y trajeron una botella gigante de champán. Pensaba hacer de postre un sorbete tipo smoothie bowl, pero a uno de mis invitados se le ocurrió la brillante idea de ponerle champán dentro…

No sabéis lo rico que estaba, al final es la misma idea que el clásico sorbete de limón al cava pero con frutos rojos, imaginaos!!! Un peligro, eso sí, porque te lo tomas con la mentalidad de “estoy tomando frutita” y al final tiene bastante alcohol jejeje.

Así que tomad nota porque, ahora que vuelven los planes con gente en casa, este postre o merienda os puede alegrar la tarde!

➡ Si queréis, podéis poner cava o cualquier vino en lugar del champán.

Ingredientes (para 4-5 raciones):

  • 1 bolsa de frambuesas congeladas (300-500 gr, también pueden ser fresas o una mezcla de frutos rojos)
  • 1 vaso de champán (o cava o vino blanco)
  • Opcional: algo para endulzar, para mi gusto no lo necesita pero id probando

Preparación:

Simplemente hay que poner los ingredientes a triturar en una batidora potente tipo thermomix.

Os recomiendo que lo hagáis en el momento y en 2 tandas (primero la mitad y luego la otra mitad), ya que de lo contrario la fruta que hay por encima queda sin triturar.

Listo!

Empanada de sardinillas

RECETA REEDITADA

Hola amigos lectores!

Hoy os voy  a enseñar una de mis recetas «estrella». La llevé hace siglos al primer cumple de uno de mis sobris (ahora tiene 6 años!) y les gustó tanto que desde entonces me convertí, oficialmente, en la encargada 🙂 .

Las empanadas son un recurso estupendo para comidas de tipo buffet por lo cómodas que son de comer (cortándolas en cuadraditos), pero también para llevar al trabajo o para cenar cualquier día.

Lo ideal es preparar la masa en casa (debajo os cuento lo fácil que es por si os animáis), ya que las industriales suelen llevar grasas chungas y muchos aditivos, pero bueno ocasionalmente podemos hacer uso de ellas…

Yyy en esta reedición de receta añado la posibilidad de hacer las sardinillas vosotros mismos! No es que las de lata tengan malos ingredientes, para nada, simplemente os doy la opción (aquí tenéis la receta).

Otra cosa muy buena que tienen las empanadas es que se pueden rellenar de muchísimas cosas, al igual que las empanadillas: salsa bolognesa, atún+huevo duro+tomate frito, ropa vieja… Eso sí, siempre deberemos quitarle gran parte del líquido antes de ponerlo sobre la masa, porque si no no salen bien. El relleno que os propongo hoy es súper sencillo y se prepara con cosas que podemos tener fácilmente siempre en casa, veréis!

Ingredientes (sale una empanada de 4 raciones de plato único, u 8 de aperitivo):

  • Masa:
  • Opción 1 (comprada – más rápida): 2 masas de hojaldre compradas (congeladas o refrigeradas)
  • Opción 2 (casera – mucho más auténtica y rica): 300 gr harina integral a poder ser, 120 ml de agua templada, 40 ml aceite, 1 cucharadita de levadura tipo royal y pizca de sal
  • 300 ml de salsa de tomate frito (casero o comprado pero de calidad)
  • 2 latas de sardinillas en aceite (mejor de oliva)
  • 1 cebolla mediana
  • 1 huevo (para pintar la masa por encima y que quede dorada y brillantita)
  • Opcionales (a elegir uno o dos, o bien podemos ponerlos todos!):
  • 1 pimiento de cualquier color
  • 1 latita pequeña de aceitunas verdes
  • 1 huevo (para hacer huevo duro)

Seguir leyendo…

Helado de vainilla

Hola querid@s!

Con este tiempo veraniego, un año más nos vuelven a apetecer heladitos de postre, de merienda…

Como os comenté el verano pasado (en mi post del helado de pistacho), hace algún tiempo asistí a un curso de helados saludables* y me encantó! Entendí qué ingredientes deben tener los helados para tener la textura y sabor adecuados y el porqué, así como el proceso de fabricación en sí. Gracias a ello ahora puedo aplicar esos conocimientos creando delicias como la de hoy (y otras que tengo caaasi listas)!

Para este helado de vainilla me apoyé además en una receta de Beatriz Moliz. Lo podéis tomar acompañando postres tipo tarta de manzana o pastel de chocolate, oooo tal cual él solito y con un puñadito de nueces y dátiles troceados por encima (esto último es un manjar nivel pecado!).

Como veréis debajo, los ingredientes son muy sencillos y el procedimiento también, os propongo las 3 formas que existen de hacer helados en casa, en función del material que tengáis.

Espero que os guste!!!

(*) Los helados que solemos encontrar en los supermercados (sean de marca blanca o no) suelen ser una mezcla de grasas poco recomendables, aditivos y azucares, y una parte diminuta del ingrediente por el que te venden el helado (ejemplo de una marca conocida: helado de vainilla: 0,08% de vainilla). 

Ingredientes (para 4 raciones modestas – ojo, sacia mucho):

  • 1 lata de leche de coco (400 ml) – creedme, el helado NO sabe a coco
  • 2 cucharadas soperas de mantequilla de anacardos (puedes poner de otro fruto seco, pero en este caso sugiero anacardo para que no enmascare el sabor de la vainilla; también puedes emplear anacardos previamente remojados en agua 4 horas)
  • 80 gr de dátiles (peso sin el hueso; si son medjool son 3-4 dátiles)
  • 1 vaina de vainilla (entera, con el palito y todo; si no tenéis podéis utilizar vainilla pura en polvo o bien esencia)

Preparación:

Trituramos primero la vaina de vainilla junto con la leche de coco para asegurarnos de que no quedan trocitos (la textura de la vaina no es agradable).

Incorporamos los restantes ingredientes y trituramos de nuevo (en thermomix, aprox 15 segundos a velocidad 10). Fijaos que no queden grumos.

Vertemos esta mezcla en bandejitas de las de hacer cubitos de hielo (o bien en moldes de magdalena de silicona, sin llenarlos mucho) y metemos en el congelador por lo menos 4 horas.

 

Cuando vayamos a comer nuestro delicioso helado (NO ANTES), trituramos los cubitos, y listo para servir!

➡ Si os sobra, podéis congelarlo de nuevo, pero recordad triturarlo antes de servir para que quede verdaderamente cremoso!

➡ Lo podéis tomar acompañando postres tipo tarta de manzana o pastel de chocolate, o tal cual con un puñadito de nueces y dátiles troceados por encima

Tapenade / olivada (versiones clásica y vegetal)

Hola amigos!

¿Conocéis el tapenade?

Es una crema de aceitunas que, aunque a lo mejor no conocéis por su nombre, seguramente la hayáis probado porque es frecuente que la pongan como untable de tapa en restaurantes.

Tiene un sabor potente y súper mediterráneo, por eso queda muy bien como untable (aperitivo), para poner dentro de un bocadillo junto con más cosas, o como guarnición de alguna carne o pescado suave.

No olvidemos que las aceitunas son uno de los tesoros de nuestra gastronomía. Por favor no las temáis como ocurre con los frutos secos: son una fuente de energía y grasas súper saludable! Eso sí, siempre que sean aceitunas sin aditivos chungos como las típicas rellenas que tienen glutamato/potenciador del sabor… Mirad los ingredientes :).

El tapenade es de los untables que más rápido se preparan, ya que no requiere una textura muy cremosa sino que siendo granuloso ya es estupendo!

Si tenéis los ingredientes por casa, os animo a probarlo de inmediato!

Ingredientes (para 4 raciones, cantidades aproximadas):

  • 4-8 filetes de anchoa en conserva o 4-8 tomates secos en aceite (versión vegetal)
  • 150 gr de aceitunas negras sin hueso ni glutamato/potenciador
  • 1 diente de ajo (o medio, al gusto)
  • 1 cucharada sopera de alcaparras
  • 1 chorro de generoso de aceite de oliva
  • opcional: 1 puñado de algo verde tipo canónigo, kale…

Preparación:

Basta con poner todos los ingredientes en un bol o thermomix, y triturar a máxima velocidad. Buscamos una textura con grumillos, pero si se convierte en una pasta tampoco pasa nada.

 

Listo para disfrutar!!!

Si preparáis poca cantidad, puede quedarse por las paredes de la batidora/thermomix. Simplemente bajad el contenido con una espátula o bien haced el doble de lo sugerido!