Ensalada sueca de remolacha

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Buenísimos días queridos lectores!

No sé en vuestras casas, pero en la mía de toda la vida la remolacha ha tenido una fama bastante regulera... No sé muy bien a qué se debe, pero nunca ha sido un ingrediente que haya sido incluido en nuestros menús!

Desde que me intereso más por el tema nutricional, me estoy animando a probar algunos alimentos que tenía descartados sin ningún tipo de fundamento, «porque sí», sobre todo cuando leo y releo que poseen propiedades que no deberíamos pasar por alto… Es el caso de la remolacha, con efecto anticancerígeno por su contenido en betanina (un flavonoide-fitoquímico interesantísimo que le confiere su particular color morado «que todo lo tiñe»); también contiene ácido fólico, hierro, fibra… Todo un cóctel de cosas buenas!

El sabor y la textura de la remolacha son, desde mi punto de vista, especiales, razón por la cual creo que me requetechifló esta receta, dado que la presencia de los demás ingredientes hace que no sea tan «notoria».

Es una receta de mi tía sueca. Siempre nos la ha puesto en Navidad (ya os hablé de la súper comida sueca navideña en este post) pero dados mis prejuicios nunca la probaba, hasta este año, y me ha encantado!!!

Os animo a probarla, no tengáis miedo de lo original de la mezcla de ingredientes porque casan realmente bien!

Ingredientes (para 4-6 personas):

Para la ensalada:

  • 2 bolas de remolacha cocida (en casa o comprada ya cocida)
  • 1/2 manzana mediana
  • 4 pepinillos en vinagre
  • 1 trocito de cebolleta (2 dedos aprox)

Para la salsa:

  • 2 cucharadas de mayonesa
  • 1 cucharadita de mostaza (preferiblemente de dijon, francesa, fuerte)
  • 1 cucharadita de eneldo (fresco o seco)
  • 1 cucharadita de curry en polvo

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Alubias guisadas con curry y verduras

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Muy buenos días queridos lectores!

Cada vez soy más fan de los platos de legumbres contundentes pero a la vez ligeros… Ya os he enseñado otros de este estilo hace no mucho, y es que no paro de investigar y crear nuevos platos para seguir pudiendo disfrutar de estos manjares!!!

En este caso, le he dado un toque hindú al asunto, ya que siempre suelo utilizar más bien pimentón con las legumbres y me dije «¿por qué no probar con curry?», y lo cierto es que las legumbres y el curry se llevan a la perfección, como bien saben los indios…

¡Os animo a preparar esta receta tan sabrosísima y fácil! Además, podéis hacer grandes cantidades y congelarlas, no se nota nada!

NOTA: Al final de la receta os doy las indicaciones para prepararla en CrockPot (slowcooker), quedan de 10 como podréis imaginaros…

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 450 g de judías/alubias blancas cocidas, o bien 250 gr si son secas
  • 1 cebolla mediana
  • 2 zanahorias
  • 1 tallo de apio
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • agua
  • especias: curry en polvo, jengibre fresco o seco, comino, cúrcuma molida, pimienta negra (las que tengáis, como mínimo 3 cucharadas de curry)
  • aceite de oliva
  • sal

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Crema de boniato, calabaza y coco

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Buenos días de nuevo amigos!

¿Os gusta el coco? Pues tengo muy buenas noticias!!! Desde hace muchos años muchos teníamos en mente que el coco es un alimento poco saludable, así como «especialito», ya que pese a ser una fruta tiene muchas grasas y encima son saturadas… Pues bien, las últimas investigaciones en el área de nutrición nos indican que no todas las grasas saturada son malas, sino que depende muchísimo de dónde procedan y unas características muy concretas y técnicas de las mismas que en este blog no nos ocupa detallar… La cuestión es que el coco queda fenomenal en multitud de platos, y es ingrediente constante en cocinas orientales e hindúes de modo que os animo a probarlo tanto en su forma natural como en leche, agua (madre mía qué ricos salen los zumos con agua de coco!!!) o pasta.

En esta crema la incorporación del coco le da una cremosidad que quita el hipo, pero si no os gusta podéis prepararla sin él, y queda riquísima igualmente 🙂 .

Ingredientes (para 6-8 raciones):

  • 200 ml de leche de coco, o más si os gusta
  • 1 boniato
  • 200 gr de calabaza (ó más zanahorias)
  • 3 zanahorias pequeñas ó 2 medianas (ó más calabaza)
  • 1 cebolla
  • sal
  • aceite de oliva
  • agua (700 ml aprox)

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Alubias guisadas light

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Hola amigos!

Hace no mucho os comentaba lo fan que soy de las legumbres. En este post os comentaba el por qué, así como sus maravillosas cualidades, entre las cuales están no ser calóricas! Lo calórico es cuando le añadimos otros ingredientes pesados como tocino, chorizo, morcilla, panceta… pero si ponemos otros ingredientes más ligeros y potenciamos el sabor con especias (si ponemos mucho pimentón, ni notamos la ausencia de chorizo), obtenemos un resultado de 10 en todos los sentidos. Como se puede apreciar en la foto, están súper espesitas y jugosas, y el sabor ya os lo cuento yo… además, ayer las cenamos y nos sentaron estupendamente!

Os reto a comprobarlo con este guiso de alubias light!

Ingredientes (para unas 4 raciones):

  • 250gr de alubias (pesadas en seco)
  • 1 cebolla mediana
  • 1 tomate o 4 cucharadas de tomate frito (casero o comprado pero sin aditivos)
  • 1 pimiento verde o 1 zanahoria pequeña
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de pulpa de pimiento choricero (opcional pero recomendable, la venden en botes de cristal, en mercadona la tienen!)
  • 2 hojas de laurel
  • pimienta negra
  • 1 cucharada de pimentón (dulce, picante o mezcla)
  • aceite de oliva
  • 2 cucharaditas de sal o 1 pastilla de caldo natural
  • 1 cucharada de arroz (opcional pero recomendable para que sea más nutritivo)

Preparación:

Dejamos las alubias en remojo la noche antes, o unas 10-12 horas, en agua fría y que las cubra unos 4 dedos. Conviene lavarlas antes por si traen impurezas, y así podremos quedarnos con el agua del remojo y sus propiedades 🙂 .

Cuando vayamos ya a cocinar todo, echamos las alubias en una cazuela, olla express o cocotte con el agua del remojo.

Picamos fino el ajo y cortamos en 2 trozos la cebolla, el tomate y el pimiento/zanahoria (queremos que queden casi enteros porque luego los trituraremos y nos conviene, por tanto, que estén enteritos para localizarlos bien). Agregamos a la misma cazuela/olla de las alubias todos esos ingredientes y los demás señalados en la receta.

Cubrimos el contenido con algo más de agua de forma que lo cubra todo 2 dedos aprox.

Tapamos.

  • Si hemos escogido hacerlas en olla express, tapamos la olla, dejamos a fuego máximo hasta que suban los 3 aros y en ese momento bajamos a fuego medio-bajo, durante 25 minutos. Pasado el tiempo, dejamos que se despresurice la olla sola, la abrimos y si están blanditas ya están. Si no, cerramos y dejamos 5-10 minutos más (a ojo vemos si les falta muchíiiiisimo o solo un poquito), de hecho si les falta sólo «un pelín» podemos dejarlas cocinando sin la tapa de presión!
  • Si las hacemos en cazuela o cocotte normal, tapamos dejando una pequeña abertura y dejamos a fuego medio removiendo con muchísimo cuidado de vez en cuando. Tardará entre 1 y 2 horas, depende muchísimo del tipo de legumbre y el tiempo que llevase empaquetada…

Quizá os llame la atención que al abrir la olla no encontramos un guiso meloso, sino todo cocido por separado y el agua coloreada: no os preocupéis, a continuación os doy el truco infalible para obtener ese deseadísima cremosidad!!! Eso sí, si vieseis que hay demasiada agua, sacadla y quedaros con una cantidad que consideréis razonable para que sea un plato de cuchara espesito, no líquido.

Cuando terminen de cocinarse las alubias en sí (que estén blanditas, tiernas), sacamos de la olla las verduras, una cucharada de alubias y 2 de caldo, y lo trituramos con una batidora. Lo añadimos a la cazuela con las alubias, removemos y lo dejamos terminar de cocinarse 5 minutos más tapado a fuego medio-suave. De esta forma, se van integrando todos los ingredientes.

Y ya tenemos listo nuestro guisito rico rico, sano y sin excesos de calorías!

➡ Con una cucharada de arroz blanco puesto encima (cocinado aparte) están buenísimas, y son mas nutritivas!

Perfectamente congelable tal cual, en cuanto se enfríe lo metemos en un bote de cristal, tupper o bolsa de congelación, y ya está!

➡ Tomad de postre una fruta como una naranja, mandarina o cualquier fruta con vitamina C, así aprovecharemos el hierro que contienen las alubias.

Hummus de alubias

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Hola lectores!

El día que preparé la crema de espárragos blancos me sobró medio bote de alubias… Como no me gusta tirar las cosas, empecé a pensar qué hacer con estas alubias y se me ocurrió hacer hummus. Está riquísimo y me parece más suave que el de garbanzos, así que comparto la receta con vosotros a ver qué os parece ya que lo he repetido más veces!

Está genial tener hummus en la nevera preparado, no sólo lo utilizamos para invitados con crudités, también es un buen recurso para comer algo al llegar a casa con hambre (y no caer en nocillas…), para untar en un bocadillo o wrap además del resto de ingredientes (queda jugosísimo!), como guarnición, o en tostada (lo he desayunado y me ha sentado de maravilla!).

Ingredientes (para 1 bol pequeñito):

  • 1 bote de alubias cocidas pequeño, o medio grande
  • zumo de medio limón grande o 1 pequeño
  • 1 diente de ajo
  • pellizquito de sal
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo o de oliva
  • 1 cucharada de tahini
  • 2 cucharadas de agua (opcional)

Preparación:

Enjuagamos las alubias bajo el agua del grifo, removiéndolas bien con la mano hasta que no salga espuma. Las escurrimos bien.

En un vaso de batidora ponemos todos los ingredientes y trituramos hasta obtener una pasta o puré:

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Probadlo y rectificáis de los ingredientes que deseéis.

Lo pasáis a un cuenco bonito, y a comer!!! Ya sabéis que queda genial con crudités (palitos de zanahoria y apio), pan de pita, grisinis, regañás…

Ya está!

Curry cremoso de quinoa, garbanzos y leche de coco

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Hola queridos lectores!

Hoy os traigo una receta contundente a la vez que sana, sencilla y sabrosíiiiiiiiiiiisima, perfecta para el otoño 🙂 . Representa bastante bien el tipo de cocina que más me gusta: ingredientes sanos y naturales, fáciles de encontrar, sabrosos y «que llenan«. La he tomado «prestada» del libro Every Day de la bloguera Ella Woodward (blog Deliciously Ella), del que ya os he hablado en multitud de ocasiones…

Lleva bastantes ingredientes (cosa que sé que a muchos no os gusta demasiado…) pero os diré que muchos de ellos vienen en lata o bote de conserva, y lo demás simplemente es ponerlos en una cazuela a fuego lento para que se vayan cocinando ellos solitos…

Ingredientes (para 4 raciones):

  • 180gr de quinoa (pesada en seco)
  • 1 bote pequeño de garbanzos cocidos
  • 1 lata de leche de coco (aprox 400gr)
  • 1 lata de tomate triturado (aprox 400gr)
  • 2 dientes de ajo
  • especias: 2 cucharadas grandes de curry o, preferiblemente, 1 cucharadita de cada una de las siguientes especias: pimienta, cúrcuma, coriandro, copos de chile, jengibre
  • 1 buen puñado de espinacas (o kale si os apetece innovar!)
  • sal

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Pimientos asados

Hola amigos!!!

¿Os gustan los pimientos asados? ¿Sabéis que se pueden hacer en casa súper fácilmente? Para mí ha sido un gran descubrimiento, ya que hasta ahora sólo los tomaba en restaurantes o en casas de gente que «se los curraba», ya que los de bote generalmente me saben al demasiado al producto químico con el que se conservan…

Si os pasa como a mí, no os perdáis la receta de hoy. Os recomiendo hacer una cantidad considerable, total, sólo hay que poner los pimientos tal cual al horno y dejarlos asarse, y después podéis conservarlos en nevera o congelador muchísimo tiempo!

Los hemos tomado en ensalada con tomate y melva, con bacalao con pimientos, como guarnición de filete a la plancha, en tostas con queso de cabra… Riquísimos!

Ingredientes (cantidad al gusto):

  • un mínimo de 2-6 pimientos rojos y/o verdes de los grandes y carnosos (no los que dicen «de freir», básicamente porque los de freír tienen mucha piel y poca carne)
  • un chorrito de aceite de oliva
  • sal

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Tomate frito (salsa de tomate)

 

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Buenos días amigos!

Es curioso que después de tanto tiempo con el blog, hablando de tomate frito por aquí y por allá (lo utilizo mucho!), nunca os he puesto la receta!!! La verdad es que un 50% de las veces utilizo tomate frito comprado, ESO SÍ, siempre sin aditivos, sólo los ingredientes que figuran en la lista de debajo, como el de mercadona de receta casera. El resto de las veces utilizo mi propia salsa de tomate, que elaboro con tomate natural triturado de lata, o con tomates frescos de verano. Esta vez ha sido la segunda de las opciones la que me ha pasado, al haber pasado un fin de semana en La Rioja 🙂 .

Para hacer salsa de tomate, por tanto, podemos emplear:

a) Tomates naturales: comprados en verano, de la variedad pera o canarios, y/o siempre que podáis acceder a tomates buenos de alguna huerta…

b) Tomate (crudo) triturado en lata: en caso de no ser posible lo anterior.

Antes de pasar a daros mi receta, os comento 2 cosillas más, importantes:

  • La salsa que os propongo es tomate frito sin más (ojo, espectacular), pero si queréis darle más vidilla podéis ponerle ajito, cebolla, orégano… en cuyo caso los pocharíamos 5 minutillos antes de volcar el tomate en crudo. Obtendríamos una salsa más tipo italiana, que puede encajar con algunas recetas pero no siempre (por ejemplo si queremos el tomate para un curry indio, no pega nada, pero para una pasta bolognesa o para rellenar berenjenas genial!).
  • La salsa de tomate es súper sana, aunque pensemos que tiene mucho aceite o que los tomates están cocinados durante mucho tiempo. La razón es el «licopeno», un elemento anticáncer presente en los tomates que para que se absorba requiere que se disuelva en una grasa y que se cocine a altas temperaturas (por encima de 100º) –> es decir, justo lo que hacemos al preparar salsa de tomate!

Al final del post os cuento cómo conservar nuestra salsa de tomate frito.
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Baba ganoush (hummus de berenjena)

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Buenas tardes lectores!

Cada día soy más y más aficionada a los untables: llámense guacamole, hummus de una u otra legumbre, otros a base de yogur o philadelphia… me rechiflan a todas horas, para tomarlos con crudités o pan de pita, con nachos, como base de un sandwich o wrap, hasta para desayunar untados en tostadas! En la sección «Aperitivos» del índice del blog tenéis muchas mas ideas de este tipo.

Este de berenjena, de origen árabe y también llamado mutabal, es espectacular. La primera vez que lo probé fue gracias a un tío mío que lo preparó, aunque el suyo era ahumado, hecho al fuego y con una sartén especial… estaba increíble pero yo no tengo esos 2 instrumentos así que me tuve que buscar la vida 🙂 . A él se lo dedico.

De todos los untables del blog, este es el más ligero, ya que es básicamente berenjena… Eso sí, se tarda más en preparar que los otros, al tener que asar la berenjena durante casi 1 hora, cuando el de garbanzos por ejemplo sólo es abrir el bote de conserva… Cada cosa tiene su momento!!!

 Ingredientes (para un picoteo de 4 personas):

  • 1 berenjena muy grande o 2 pequeñas
  • 1 cucharada de tahini (imprescindible, es pasta de sésamo, de venta en herbolarios y zonas internacionales/bio/eco de supermercados)
  • 1 cucharada de aceite de sésamo (opcional pero recomendable, de venta en herbolarios y zonas internacionales/bio/eco de supermercados); si no, de oliva
  • zumo de 1 limón pequeño o medio grande
  • 1-2 dientes de ajo
  • 1 pizca de comino
  • sal
  • semillas de sésamo tostado para decorar / ajonjolí (opcional)
  • pan y/o crudités para servir

Preparación:

Precalentamos el horno a 180-200º con calor arriba y abajo. En una fuente apta para horno ponemos la berenjena cortada por la mitad, con la parte plana hacia abajo. La dejamos asándose alrededor de una hora, hasta que esté súuuper tierna:

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Nota: Yo suelo aprovechar para cocinar alguna otra cosa a su lado, por ejemplo para hacer un pastel de carne, o unos boniatos especiados asados, o un popurrí de verduras.

Hagamos esto o no, una vez transcurrido ese tiempo, sacamos las berenjenas y dejamos que se enfríen un poco.

Las ponemos en un vaso de batidora o en un cuenco y la mezclamos con todos los demás ingredientes de la lista inicial excepto las semillas de sésamo. OJO con la cantidad de sal y de zumo, es mejor que os quedéis cortos y, si acaso añadir más, ya que si no puede quedar demasiado líquido o salado y no tener remedio…

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Lo pasamos a un cuenco bonito o a un plato de postre, donde vayamos a servirlo, y metemos en la nevera tapado con papel film. Lo dejamos un rato, simplemente que esté fresquito, y servimos con las crudités o pan de pita tostado, espolvoreando con semillas de sésamo.

Albóndigas en salsa de setas (versión normal y vegetariana!)

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Hola amigos!

Os comenté hace algún tiempo en Instagram (varianity_as) que estuve en el evento Glamour Sport Summit que se organizó en Madrid. Era un evento de deporte, yoga, cosmética, alimentación saludable… Vamos, todas las chorradillas que me gustan juntas! La cuestión es que comimos en un stand que montó el restaurante BioMenú allí, un restaurante ecológico que te envía la comida a la oficina. Nos dieron un smoothie espectacular y unas albóndigas con salsa de setas que no dudé en querer replicar en casa enseguida!

Pues bien, aquí os las traigo. La versión que yo preparé era como la de allí, vegetariana, pero os pongo indicaciones para hacerlas de carne también 🙂 .

Están increíbles…

Ingredientes (para 4 raciones):

Para las albóndigas:

  • 1 bote grande de lentejas cocidas, ó 500 gr de carne picada de cerdo+ternera
  • 1 zanahoria pequeña
  • 1 cucharada sopera de pan rallado
  • Especias: pimienta, comino, tomillo
  • Sal
  • Aceite de oliva

Para la salsa:

  • 250 gr de setas o champiñones, frescos o congelados (os recomiendo las setas shiitake o las boletus, y el revuelto congelado de salteado de setas de mercadona  de ahorramas!)
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 diente de ajo
  • 400 ml de vino blanco
  • 1 vaso de agua
  • 2 cucharadas soperas de nata líquida (opcional, pero da cremosidad)
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Preparación:

Comenzamos con las albóndigas.

Rallamos la zanahoria con un rallador grueso o en la thermomix (unos 5 segundos a velocidad 5) o picadora habitual.

Ponemos las lentejas en un colador y las enjuagamos bien bajo el grifo hasta que no salga espuma. Las escurrimos.

En un bol grandecito mezclamos todos los ingredientes anteriores y los restantes indicados en “para las albóndigas”, y aplastamos con un tenedor. Es mejor que sea una masa heterogénea (con “grumos) que una pasta homogénea pegajosa, para que no se nos rompan al freírlas:

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Lo dejamos reposar media hora a temperatura ambiente para que se consolide la mezcla, y mientras tanto preparamos la salsa. Si las hacéis de carne, no le irá mal añadirle un huevo batido a esta masa.

Cortamos en dados muy pequeños la cebolla y laminamos el diente de ajo. Los ponemos en una cazuela (a poder ser, baja), añadimos un chorro de aceite y ponemos ambos ingredientes a pochar a fuego medio.

Lavamos y cortamos en tiras las setas o champiñones (o los descongelamos). Cuando la cebolla+ajo haya pochado, añadimos las setas y las rehogamos con el resto de ingredientes. Salpimentamos al gusto:

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Dejamos que las setas suelten todo el líquido, y cuando haya reducido vertemos el vino blanco y dejamos que se cocinen a fuego muy bajo. Añadimos el agua y las 2 cucharadas de nata líquida (opcional, pero da cremosidad), removemos y dejamos que continúe cocinándose a fuego bajo. Si observáis que se está quedando sin líquido podéis añadir un poco más de agua o vino blanco. Pensad que luego hay que añadir las albóndigas y lo suyo es que tengan una buena cantidad de salsa cremosa. Probamos y añadimos sal si fuese necesario.

Cuando haya transcurrido la media hora de reposo de la mezcla para albóndigas (más o menos es lo que tarda la salsa), con esta masa hacemos bolitas con las manos y las doramos en una sartén con un hilillo de aceite muy caliente. No hace falta freírlas sumergidas en aceite, simplemente queremos que se sellen (doren) por fuera:

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Las añadimos a la cazuela donde se está cocinando la salsa y removemos para mezclar bien todo, pero con cuidado para no romper las bolitas. Dejamos que se cocine todo junto a fuego bajo durante unos 5 – 7 minutos, dando vueltas a las albóndigas para que se impregnen bien de la salsa:

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Espero que os gusten!

Pasta cacio e pepe

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Hola amigos! Hoy recetita de pasta, que hace muchísimo que no traía!

En italiano, cacio significa queso, y pepe pimienta. Estos son los únicos 2 ingredientes de la pasta que hoy os presento, y es que hay ocasiones en las que en la cocina menos es más

Es la receta que suelo preparar cuando:

1) no tengo muchos ingredientes en la nevera pero me muero por un plato de pasta, ó

2) me regalan o me compro una muy buena pasta italiana, y realmente quiero apreciar el propio sabor de la pasta, sin que una salsa demasiado intensa lo eclipse…

Dichos los dos anteriores motivos, paso a daros esta sencillíiiisima y deliciosa receta!!!

Ingredientes (para 4 personas):

  • 400 gr de pasta (cuanto mejor sea, mejor saldrá… cintas anchas frescas por ejemplo)
  • 100 gr de queso parmesano, grana padano o pecorino rallado (si podéis comprarlo en bloque y rallarlo vosotros, mejor)
  • pimienta negra en abundancia (lo mismo que con el queso, hay una diferencia sustancial si molemos nosotros la pimienta en grano)
  • agua
  • sal

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Sopa miso

 

Hola amigos!

Esta semana tengo muchas cosas preparadas para contaros! Empiezo con una sopita, que aunque aún queden un par de días de verano hace bastante fresquito por Madrid.

¿Conocéis la sopa miso? Si frecuentáis restaurantes japoneses o asiáticos seguramente sí! Es una sopa muy típica de allí, que ellos toman con mucha frecuencia, incluso para desayunar! Yo de momento no me veo tan fuerte como para desayunarla jeje, pero sí es verdad que desde que la cené la primera vez me sentó tan bien que no he dudado en incorporarla a mi dieta.

Tiene algunos ingredientes que no suelen formar parte de nuestras neveras/despensas, por no ser tradicionalmente españoles, pero, si podéis, haceros con ellos, ya que poseen propiedades súper beneficiosas y además duran meses en casa (sin refrigerar, excepto la pasta miso). Los venden en las zonas internacionales/eco de supermercados, en herbolarios y en tiendas asiáticas (aquí os digo dónde hay), merece la pena porque se pueden utilizar para multitud de recetas! Estos ingredientes son la pasta miso, las setas shiitake, las algas wakame y el aceite de sésamo.

  • El miso es una pasta muy concentrada elaborada a base de soja, cereales como el arroz, la cebada o el centeno y fermentada con un hongo y sal marina. Dependiendo del cereal que acompaña a la soja y del tiempo que dura la fermentación, se obtienen distintos tipos de miso más o menos intensos. En mi caso, me dejé asesorar por la persona de la tienda que me atendió y compré el de arroz, ya que me dijo que es el más habitual (se llama «kome» miso, otra opción recomendable es la «mugi»). La pasta en sí me recuerda a las pastillas de caldo, por ser muy concentrada y salada. Esta pasta tiene muchas propiedades beneficiosas, entre otras razones por ser un producto fermentado. Por ejemplo, es muy buena para reducir el colesterol, mejora la flora intestinal, antioxidante… Es importante saber que: (1) No debemos dejarla hervir, por lo que en sopas por ejemplo la añadiremos al final, una vez fuera del fuego. Esto es porque al hervir se «destruye» el hongo que la hace tan beneficiosa, aunque el sabor no se altera si lo hacemos. (2) Os dura meses guardada en la nevera.
  • Las setas shiitake son setas japonesas que venden aquí cada vez más habitualmente, frescas y secas. Son las típicas setas chinas, muy ricas. Como todas las setas, también tienen propiedades muy saludables, algunas parecidas a las del miso pero adicionalmente mejora el sistema inmunológico de forma sorprendente.
  • Las algas wakame son las algas típicas de las ensaladas de algas que también ponen en los japoneses, algo gelatinosas y de color verde oscuro. Las venden deshidratadas y es muy curioso porque al hidratarlas aumentan su tamaño por 10! Así que cuidado al añadirlas para no excedernos. Tienen también multitud de propiedades, como que estimulan el metabolismo, son remineralizantes (perfecto para después de hacer ejercicio!), inmunoestimulantes…
  • El aceite de sésamo es un aceite que se debe tomar «en crudo», es decir, no para freír, ya que se destruyen sus propiedades cuando lo calentamos hasta volverse perjudicial… es bueno para el colesterol, antioxidante y relajante. Su sabor es muy peculiar e intenso, y es lo que distingue a multitud de platos orientales y sobre todo japoneses…

Una vez que tenemos todos los ingredientes, la receta no puede ser más fácil…

Ingredientes (para 4 personas):

  • 1,5 – 2 litros de agua
  • 1 puerro o cebolla
  • 1 zanahoria u otra verdura (brócoli, calabacín…)
  • 1 puñado de setas shiitake (unas 6)
  • 1 puñado de algas wakame (unas 2 cucharadas llenas)
  • 4 cucharadas de pasta miso
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo
  • sal

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