Hola lectores!
Sigo con mi afición por el tofu, probando darle mil toques distintos para seguir integrándolo en mi dieta. Estoy encantada con este ingrediente, ya que le encuentro las siguientes ventajas:
- Desde un punto de vista nutricional, es en su práctica totalidad proteína (de calidad) y algo de grasas poliinsaturadas («buenas»), por lo que es algo a tener muy en cuenta para tener más opciones que el pollo-ternera-pescado.
- Desde un punto de vista práctico, al poder tenerlo en la nevera semanas desde que lo compras, es comodísimo tener siempre un paquete y darle uso cuando lo necesitemos sin necesidad de haberlo planificado.
- Por su sabor, que es súper neutro (en sí mismo «no sabe a nada»), pero he sabido hacer de esto una virtud, dejándolo bañar en diferentes sustancias (como en esta receta con salsa de soja, o en esta otra con manteca de cacahuete, o en esta con vinagre balsámico y hierbas provenzales).
- Por su precio, que ronda los 2 euros.
En este caso, fue una vez más Raquel de Alimentarte quien me dio la súper idea de hacerlo al ajillo.
Ingredientes (para 3-4 raciones):
- 1 paquete de tofu firme (250 gr aprox)
- 8 puñados de espinacas frescas u 4 bloques pequeñitos de espinacas congeladas
- 4-6 huevos
Para el macerado del tofu:
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 ramita de perejil fresco o 1 cucharadita de perejil seco
- zumo de medio limón
- opcional: 1 cucharada de levadura nutricional













